Calahorra, guía arqueológica

1 de octubre de 2015

SALA DE ARQUEOLOGÍA DE LA CATEDRAL DE PAMPLONA



La sala de arqueología de la exposición Occidens, actual museo de la catedral de Pamplona, quizás sea la que pasa más desapercibida para el visitante dentro del conjunto monumental de la catedral. Pero ya en otro artículo vimos que es una sala que guarda tesoros que no podemos pasar de largo. En este enlace puedes leer el artículo sobre el sello de Lucio Cornelio, el primer nombre documentado de un pamplonica que vivió en la zona de la iglesia de San Fermín de Aldapa, y que se encuentra expuesto en esta sala.

Pero el sello de Lucio Cornelio no es la única sorpresa que se guarda en la sala de arqueología de la catedral de Pamplona. Es el único lugar donde se conservan a la vista restos arquitectónicos de la antigua ciudad de Pamplona, la ciudad de Pompelo, y del antiguo poblado vascón sobre sobre el que fue levantada la ciudad romana. En la sala de arqueología podemos ver varios muros de un edificio romano, y los restos del empedrado de una calle de la antigua ciudad vascona. 
También en la sala se conservan los restos de una cabaña de la ciudad vascona donde se encontró el esqueleto de un pequeño que fue enterrado bajo el suelo de la cabaña. 
Por otra parte en las vitrinas que rodean la gran zanja dónde se encuentran los restos arquitectónicos podemos apreciar fragmentos de cerámicas vasconas y romanas
También hay un hallazgo muy interesante que se hizo dentro de la iglesia catedral, monedas que aparecieron en un ninfeo, fuente sagrada romana, que se encontraba en la nave principal de la catedral. En esta fuente sagrada se encontraron más de 2.000 monedas que fueron arrojadas al agua como como ofrenda para los dioses. En una de las vitrinas se expone una muestra de las mismas.
En las paredes de la sala también se exponen dos fragmentos de mosaicos de casas de la Pompelo romana.
En definitiva, si queremos contemplar los restos más antiguos de la ciudad lo haremos en la sala de arqueología de la catedral de Pamplona, No se ha tenido la suficiente sensibilidad por parte de las administraciones para conservar el abundante número de restos constructivos de la antigua Pompelo que han aparecido en las diferentes excavaciones que se han hecho en la ciudad. Por eso, si visitas la catedral no te olvides de valorar en su justa importancia los hallazgos expuestos en la sala de arqueología, que son  parte importante del pasado más remoto de Pamplona.






30 de septiembre de 2015

DOLMEN DEL PORTILLO DE LAS CORTES - Aguilar de Anguita - Guadalajara

El dolmen del Portillo de las Cortes se encuentra cerca de Aguilar de Anguita, en la provincia de Guadalajara, a poco más de una hora en coche desde Madrid. Para llegar al dolmen tendremos que coger la pista de tierra que a la salida del pueblo lleva a la ermita de la Virgen del robusto. La pista se encuentra en buen estado, apta para cualquier turismo (diciembre 2015). Si no queremos meter el coche por la pista de tierra sólo tendremos que dar un paseo de 20 minutos para llegar al dolmen, ya que el monumento funerario prehistórico está a poco más de kilómetro y medio del pueblo. Mapa de localización en este enlace.

El Marqués de Cerralbo
El dolmen se encuentra a 265 metros al noreste de la ermita de la Virgen del Robusto, en medio de un campo de cultivo. El dolmen del Portillo de las Cortes es el más importante de la provincia de Guadalajara. Este gran monumento funerario prehistórico fue descubierto por el Marqués de Cerralbo en 1912. Cuando lo excavó encontró enterrados aquí 35 cadáveres. Junto a los cadáveres aparecieron pequeños útiles líticos, microlitos, que llevan la datación de esta tumba prehistórica al siglo IV antes de Cristo, hacia el 3000 a.C. Esta datación convierte al dolmen del Portillo de las Cortes en uno de los más antiguos de España lo que acrecienta su valor patrimonial.

El dolmen del Portillo de las Cortes
El dolmen del Portillo de las Cortes conserva la cámara funeraria que está precedida por un corredor de 7 metros de largo. Las cubiertas se han perdido pero se supone que estaban realizadas con falsa cúpula construida por aproximación de piedras.

Cámara funeraria
Otra característica importante de este dolmen es que se encontraron grabados en una de las piedras principales de la cámara funeraria. Se han interpretado como la representación esquemática de un pequeño antropomorfo entre dos ciervos. Cuando visite el dolmen ya no se apreciaban estos grabados, seguramente perdidos debido a la exposición a la intemperie del gran megalito en el que se encontraban.

Grabados en uno de los megalitos
El dolmen del Portillo de las Cortes es un monumento prehistórico de gran importancia y digno de ser conservado y puesto en valor. Desgraciadamente, cuando lo visité (diciembre de 2015) no estaba ni siquiera señalado desde el pueblo ni desde la carretera cómo poder llegar a visitar esta muestra patrimonial que dejaron nuestros antepasados. Ójala esto se corrija en el futuro ya que cada vez somos más los interesados en conocer las huellas de los que nos precedieron y máxime en este tipo de monumentos funerarios que están enraizados en la más honda espiritualidad del hombre y son muestra de su sentido de la trascendencia.

Bibliografía: Primitiva Bueno, Rodrigo Balbín, J.Javier Alcolea, Rosa Mª Barroso, Pedro J. Jiménez, Alfonso Cruz: "Hallazgos de arte megalítico en la provincia de Guadalajara: Portillo de las Cortes (Aguilar de Anguita)"


CAMPAMENTO ROMANO DE LA CERCA - Aguilar de Anguita - Guadalajara

El campamento romano de La Cerca se encuentra próximo a la conocida localidad de Medinaceli pero ya en tierras de Guadalajara. El yacimiento arqueológico se ubica a la derecha de la carretera que une Aguilar de Anguita con Anguita. Es conocido como La Cerca por la impresionante muralla conservada que rodea su perímetro y que alcanza casi el kilómetro y medio de extensión. Tal es la importancia de los restos de muralla conservados que se pueden apreciar incluso desde Google Maps. En este enlace tienes la localización del campamento romano de La Cerca y puedes ver lo que te acabo de comentar. 
El campamento de La Cerca ocupa una posición estratégica asentado sobre un cerro amesetado que domina la comunicación del valle del río Tajuña con el valle del Tajo. Esta poderosa instalación militar romana se encontraba dentro del territorio del pueblo celtíbero de los lusones sin duda con el fin de controlar la zona y a las poblaciones indígenas.
El campamento romano fue descubierto por el Marqués de Cerralbo en 1912 y fue este pionero de la arqueología española el que puso al descubierto todo el recinto de la muralla que hoy no hace más que impresionar a cualquier amante de la arqueología que se acerque a ver el yacimiento arqueológico.


Hay varias teorías sobre el origen del campamento de La Cerca. Schulten lo data hacia el 195 a.C. cuando Catón se dirigía a la ciudad celtibera de Segontia (actual Siguenza). Otra teoría lo data en la primera guerra celtiberica (181-179). Según Jorge Sánchez-Lafuente el campamento romano de La Cerca no sólo participaría en los ataques contra la ciudad celtíbera de Segontia sino también contra todos los castros celtíberos existentes en la zona. Como conclusión de estas teorías podemos decir que es un campamento romano republicano levantado en los primeros tiempos de la conquista de la Península Ibérica por los romanos.
De lo que no hay duda es que el campamento debió tener gran importancia debido a su extensión y a la poderosa construcción de las murallas. El campamento alcanza las 12 hectáreas de superficie y en el se alojarían miles de soldados. La muralla alcanza e incluso supera los 2 metros de grosor. En algunos puntos se pueden apreciar contrafuertes de la muralla o de posibles torres. En algunas zonas la muralla se adapta desnivel el terreno que también es aprovechado de manera defensiva.
Habría que imaginar la desesperación de los celtíberos cuando vieron que en su territorio se instalaban miles de soldados romanos en este gran campamento que serviría de base a las tropas que les arrebatarían su libertad. De hecho, las últimas excavaciones han acreditado que anteriormente, en el mismo lugar donde hoy está el campamento, hubo un poblado celtíbero, probablemente una de las primeras víctimas de los recién llegados. Tiempos duros sin duda.
El campamento romano de La Cerca, a pesar de su importancia patrimonial, no está señalizado (diciembre 2015). Para visitarlo tendremos que dejar el coche en la pista de tierra que pasa al este del cerro amesetado donde se encuentra el yacimiento arqueológico. Desde allí habrá que superar el desnivel del cerro y pronto llegaremos al perímetro defensivo que te recomiendo recorrer en su totalidad para que te hagas una idea de la importancia y extensión del campamento romano.
La excursión arqueológica para conocer el campamento romano de la cerca se puede completar visitando el dolmen más importante de Guadalajara el dolmen del Portillo de las Cortes que se encuentra a unos 3 kilómetros el campamento romano. Tienes más información en este enlace.

Bibliografía: Jorge Sánchez-Lafuente "Aportaciones al estudio del campamento romano de La Cerca"


EJECUTADOS EN LA PLAZA DEL CASTILLO DE PAMPLONA HACE 1.800 AÑOS

Ejecutados en la plaza del Castillo (Foto: ver bibliografía)
La Plaza del Castillo es el centro neurálgico de Pamplona. Es el lugar de reunión, de paseo, de encuentro, donde igual te puedes tomar un helado que escuchar un concierto o comer placidamente en alguna de sus terrazas. Pero también es un espacio que guarda historias desconocidas para la mayor parte de los habitantes de Pamplona y para los miles de turistas que la visitan cada año. En otro artículo ya tratamos sobre el importante cementerio musulmán que ocupaba gran parte de la plaza (aquí el enlace al artículo). En este nuevo artículo seguimos hablando de muertos.

El subsuelo de la Plaza del Castillo escondía una historia dramática que ha sido en parte desentrañada por los arqueólogos que excavaron en la plaza cuando se hizo el aparcamiento. Hoy es difícil imaginar en un día cualquiera, con niños correteando alrededor del kiosko del centro de la plaza o con las terrazas abarrotadas de gente, que hace dos mil años asesinaron aquí a cinco hombres cuyos cadáveres aparecieron enterrados en una pequeña fosa encontrada a una decena de metros de la estatua de Carlos III el Noble.


Los cadáveres aparecieron sin ajuar alguno y uno de ellos, por la posición de los brazos, había sido enterrado con las manos atadas a la espalda. A este detalle se sumaba el hecho de la posición desordenada de los cuerpos. Los cadáveres habían sido tratados sin ningún miramiento. Fueron tirados a la fosa sin ceremonia funeraria alguna. Habían sido ejecutados.

Ejecutados en la plaza del Castillo (Foto: ver bibliografía)

¿Cómo mataron a estos hombres? ¿Cuál fue su delito? Los esqueletos no han dejado muestra de cómo fueron ejecutados. Pero eso no significa que no se puedan sacar algunas conclusiones.

Generalmente en tiempos del Imperio Romano las ejecuciones solían ser macabras, lo que producía en muchas ocasiones fracturas de huesos que aquí no se han podido determinar. Por otra parte los enterramientos han sido datados entre los siglos II y IV d.C. En esos siglos en la Plaza del Castillo estaban un funcionamiento unas importantes termas. Es decir, el lugar no era un cementerio. Esto ha llevado a los arqueólogos a hacer una interesante hipótesis. El hecho de que en los cadáveres no haya marcas de tortura y que fueron enterrados cerca de estas termas, puede deberse a que los verdugos no quisieran dar poca publicidad a las ejecuciones. Puede ser que los muertos fueran personajes queridos por la gente de la ciudad romana de Pompelo, líderes del pueblo, y que las autoridades decidieran acabar con ellos de manera discreta y rápida para evitar desórdenes. Los arqueólogos llegan a sugerir otra posibilidad: que los ejecutados lo fueran debido a las persecuciones a cristianos que se dieron durante parte del Imperio Romano. En la época en que están datados los cadáveres fueron abundantes los mártires que perdieron la vida por seguir la doctrina de Cristo. Que duda cabe de que en este caso es muy posible que la ejecución no fuera popular y que se hiciera en secreto para evitar posibles revueltas de los seguidores de los ejecutados.

Ejecutados en la plaza del Castillo (Foto: ver bibliografía)
También el turbio asunto podría deberse a un asesinato donde no tuvieran que ver las autoridades. Un asesinato quizás para robar a este grupo de hombres. Podría tratarse también de un ajuste de cuentas. El enterramiento precipitado junto a las termas podría buscar simplemente el hacer desaparecer rápidamente los cadáveres.

En la Plaza del Castillo hay plantados árboles que suavizan el predominio del cemento en la plaza más importantes de Pamplona. Uno de los árboles es especial. No porque se diferencie de los demás en el porte o en su belleza. Se levanta en el lugar donde fueron enterrados estas cinco víctimas de tiempos pasados. Este árbol recuerda la vida que no llegaron a disfrutar aquellos hombres que con su dramática historia nos recuerdan la crueldad que el hombre puede cometer contra sus semejantes y que, desgraciadamente, no ha cambiado en 2.000 años.

Los siglos guardan el misterio de la causa de la muerte de los cinco hombres de la Plaza del Castillo. Tampoco sabremos nunca si fueron condenados por las autoridades de Pompelo, si fueron unos malhechores, unos mártires cristianos o las simples víctimas de un poder despótico. En caso de ser asesinados, nunca sabremos tampoco si los autores pagaron su crimen. Pero lo cierto, es que viendo las fotos de la excavación, con la trágica imagen de los esqueletos con las bocas abiertas en amargo rictus, es difícil no sentir pena y horror por el destino de estas cinco personas anónimas. Y quizás, conociendo esta triste historia, un escalofrío recorrerá nuestra espalda la próxima vez que paseemos tranquilamente por la Plaza del Castillo.






Bibliografía:
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José Antonio FARO CARBALLA - María GARCÍA‐BARBERENA UNZU: “UN CASO DE AJUSTICIAMIENTO EN POMPELO” - Cuadernos de Arqueología - Universidad de Navarra 18, 2010, págs. 317‐330




29 de septiembre de 2015

MUSEO Y YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE AMBRONA - Soria



El yacimiento arqueológico y paleontológico de Ambrona es uno de los yacimientos de la Prehistoria más importantes de la Península Ibérica. Se encuentra en el sureste de la provincia de Soria, a kilómetro y medio del pequeño pueblo de Ambrona que a su vez se encuentra cerca de la conocida localidad de Medinaceli.

En el yacimiento de Ambrona se encontró a finales del siglo XIX un cementerio de grandes elefantes antiguos (Palaeoloxodon antiquus), un enorme animal que podía llegar a medir 4 metros y medio de altura y pesar 8 toneladas de peso. También se encontraron restos de otros animales (ciervo, uro, caballo, rinoceronte, etc), pero el predominio de los elefantes, con restos de casi medio centenar de ejemplares hace a este yacimiento único. Estos animales murieron hace 400.000 años y su carne aprovechada por el hombre prehistórico que en ese momento ocupaba estas tierras, el Homo heidelbergensis, el mismo que habitó el famoso yacimiento de Atapuerca.
El yacimiento de Ambrona está perfectamente indicado en la carretera, y consta de tres unidades divulgativas. Por una parte un pequeño museo donde podemos ver huesos de elefantes antiguos y de otros animales que aquí fueron encontrados, además de una muestra de las herramientas líticas que usaron los cazadores prehistóricos para despedazar a los animals. Cerca del museo también encontramos una espectacular reproducción a tamaño real de un elefante antiguo, uno de esos gigantes que habitaron estas tierras en el Paleolítico inferior. 
Museo de Ambrona
Y la parte más interesante del yacimiento, lo que lo hace realmente único, es la conservación in situ de los restos de los elefantes tal como se encontraron en el yacimiento. Fue un gran acierto conservar parte de los de los hallazgos en el mismo lugar en que se hallaron y así dar un valor patrimonial singular al lugar. 
Huesos de elefante antiguo en Ambrona
¿Cómo se formó este cementerio de elefantes? Recuerdo que mi padre me llevó hace años a visitar el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid. Lo que más llamó la atención al chaval que era yo entonces, fue una maqueta que representaba la caza de esos grandes elefantes en Ambrona. En la maqueta se veía como los hombres prehistóricos llevaban hasta una zona enlodada a los elefantes, azuzándoles con largas lanzas y con antorchas encendidas. Una vez dificultada su movilidad al quedar atrapados en el barro los cazadores daban fin a sus presas a lanzazos y pedradas. La maqueta ya no está expuesta en el Museo Arqueológico Nacional. Quizás se deba a que la teoría más seguida actualmente no es la de la caza de los grandes herbívoros por parte del hombre. Ahora se piensa que el cementerio de elefantes se formó tras la desecación de la pequeña laguna que existía en el lugar. En las épocas de sequía, la laguna se secaba produciendo la mortandad entre los elefantes que allí acudían a beber. Luego serían carroña aprovechada por el Homo heidelbergensis. 
Herramientas líticas usadas por el hombre prehistórico en Ambrona
Cazados o como carroña los elefantes abastecieron de carne en abundancia a los hombres prehistóricos de la zona. Hoy, ante la vista de los grandes colmillos de 400.000 años de antigüedad y ante la visión de la gran reproducción del elefante antiguo, en estas soledades de Soria, no es difícil sentirse un poco más cerca de esos titubeantes inicios de la raza humana donde la supervivencia de un ser mucho más débil y pequeño que estos todopoderosos herbívoros, pudo producirse gracias a la adaptación y a la inteligencia, capacidades que de alguna manera nos han llevado a ser lo que hoy somos.
Podemos completar la excursión a Ambrona visitando la reproducción del túmulo prehistórico de la Peña de la Abuela, un curioso enterramiento donde se usó el fuego para sellar la tumba. En este enlace tienes un artículo y un vídeo sobre la Peña de la Abuela.


EL TÚMULO DE LA PEÑA DE LA ABUELA - Tumba prehistórica - Ambrona - Soria


La Peña de la Abuela es el curioso nombre de un enterramiento prehistórico que se encontró cerca de Ambrona, municipio de la provincia de Soria. Debido a la importancia del hallazgo a la entrada del pequeño caserío de Ambrona se construyó una reproducción del túmulo de la Peña de la abuela.

En la reproducción podemos ver las dos fases del enterramiento. Primero los restos humanos se depositaron en una rústica estructura circular, a modo de cabaña de piedra caliza. Posteriormente a esta estructura se le dio fuego durante días, transformándose así la piedra en cal, al estilo de las caleras que hasta hace relativamente pocas décadas se usaban en el medio rural. La gruesa capa de cal formada por el incendio continuado de la estructura funeraria hizo una costra protectora sobre los restos humanos, sellando el enterramiento. Sobre la capa de cal se depositaron posteriormente nuevas piedras y se completó el enterramiento con un menhir colocado en lo alto del túmulo. Este curioso procedimiento de protección y sellado de los restos humanos enterrados, hacen a este túmulo excepcional dentro de la arqueología de la Península Ibérica. 
El enterramiento de la Peña de la abuela se ha datado entre el Neolítico y la Edad del Bronce, es decir tiene más de 4.000 años de antigüedad. En la reproducción del túmulo que se ha levantado en Ambrona podemos apreciar tanto la primera estructura de enterramiento como el túmulo final coronado por el menhir. De esta segunda y definitiva estructura de enterramiento se ha hecho un corte donde podemos apreciar la capa de cal que sella el yacimiento debajo del túmulo de piedras colocado encima.
La reproducción del túmulo de la Peña de la Abuela no está indicada en la carretera, al menos cuando visite el lugar en verano de 2015, por lo que lo mejor es preguntar en el pueblo sobre su ubicación. En el túmulo había dos paneles explicativos, pero uno de ellos era ilegible, la intemperie lo había arruinado. En esta foto reproduzco el que era legible. En el mismo podemos ver una foto de la gruesa capa de cal que encontraron los arqueólogos cuando excavaron el túmulo original. 
Alguno se preguntará a qué se debe el curioso nombre de Peña de la abuela. Es debido a la forma que tenía el menhir original que coronaba la estructura, que recordaba a una mujer anciana. 
Si nos hemos acercado Ambrona a visitar el tumulo la reproducción del tumulo de la Peña de la abuela no podemos dejar de acercarnos al yacimiento arqueológico paleontológico de Ambrona, un cementerio de elefantes prehistóricos que está considerado uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del Paleolítico Inferior de la Península Ibérica. En este enlace tienes más información sobre elmismo.

15 de junio de 2015

Lugar del enterramiento de los ejecutados en la Plaza del Castillo - Pamplona

- Ejecutados en la Plaza del Castillo.

Los cinco ejecutados o asesinados en tiempos de la Plaza del Castillo fueron encontrados por los arqueólogos amontonados en una pequeña fosa que apareció junto a uno de los árboles que se encuentran junto al comienzo de la Calle Carlos III, concretamente junto al árbol que está entre la estatua del rey Carlos III y la estatua de Jorge Oteiza, Unidad triple y liviana. En el mapa y en la foto tienes la localización exacta de este sorprendente hallazgo arqueológico.







27 de mayo de 2015

POMPELO - La Pamplona romana en el Museo de Navarra - Pamplona


Pamplona debe su nombre al procónsul romano Pompeyo que en la primera mitad del siglo I a.C. invernó con sus tropas en la colina, protegida por el río Arga, donde hoy se encuentra la parte más antigua de Pamplona, el barrio de la Navarrería. Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre el año exacto de la fundación de Pamplona por Pompeyo, pero las hipótesis oscilan entre el 76 a.C. y el 71 a.C. periodo en que Pompeyo estaba combatiendo en la península a otro romano, Sertorio, que se había rebelado contra el senado romano. Lo que sí está claro es que Pompeyo dió su nombre a la ciudad que fundó sobre un antiguo poblado vascón. La llamó Pompelo o Pompaelo, si bien la historiografía reciente se inclina más por el primer nombre. De Pompelo derivó el nombre de la Pamplona actual.
Es una pena que una ciudad que ha estado en la antigüedad tan ligada a Roma, que hasta su nombre viene de un romano, no conserve ningún resto arquitectónico de esta época. No es que no hayan aparecido. Restos constructivos romanos se han encontrado en el subsuelo de la catedral, en el Palacio Real (actual archivo de Navarra), en la plaza del Castillo y en otros puntos de la ciudad. Ninguno de estos restos se ha musealizado para la visita, lo que creo que ha sido un grave error. Así que si queremos recordar a la antigua Pompelo tendremos qué visitar el Museo de Navarra. Allí encontraremos una pequeña parte de los hallazgos de la antigua ciudad romana de Pompelo.
En una de las salas de la primera planta del Museo de Navarra, podemos ver dos trozos de mosaico que con toda seguridad forman parte del mismo mosaico. Representan unas murallas, que quizás sean representación de las antiguas murallas romanas de la ciudad de Pompelo. Estos mosaicos se encontraron en el año 1856 en la calle Curia a la altura de los números 16 y 18. Los mosaicos son bicromos, con teselas blancas y negras.

Uno representa una muralla con dos torres. El otro, el de la fotografía que encabeza el artículo, es la misma muralla con una torre y una puerta de la ciudad. Estos mosaicos están datados en los siglos II-III d.C. y seguramente se encontraban en unas termas.
En la vitrina que hay debajo de los mosaicos de la muralla se exponen algunos de los objetos de diferentes épocas que se encontraron de la Pamplona antigua. Entre ellos tenemos cerámica sigillata típica del tiempo de los romanos. También son muy interesantes varios trozos de cerámica que corresponden al antiguo poblado prerromano vascón sobre el que se levantó la Pompelo romana.



Cerámicas prerromanas y romanas encontradas en Pamplona

En la misma sala podemos ver parte de una gran columna con un capitel que también fueron encontrados en Pamplona, en las inmediaciones de la catedral. La monumentalidad de esta columna nos hace pensar en la importancia que pudieron tener algunos edificios de la antigua ciudad romana de Pompelo.


El resto más interesante de la ciudad romana de Pompelo es el mosaico de la lucha de Teseo y el Minotauro que se encuentra expuesto en otra de las salas dedicadas a la cultura romana del Museo de Navarra. En el mosaico se representa el momento en que el héroe ateniense Teseo va a acabar con el Minotauro, monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro al cual se ofrecía un tributo de doncellas y jóvenes para su alimento. Teseo libra a Atenas del monstruo, que vivía en el laberinto del rey Minos. El mosaico de Teseo es de pequeñas dimensiones, 1,06 centímetros de alto x 1,40 de alto. Igual que los mosaicos de la muralla, el mosaico de Teseo está fechado en el siglo II d.C.


Mosaico de la lucha de Teseo y el Minotauro. Museo de Navarra.

Pocos restos escultóricos de Pompelo han llegado hasta nosotros. En el Museo de Navarra se conserva una mano de una estatua de bronce.

Pero la escultura más importante de Pompelo no está en Navarra. Es un togado de bronce, el segundo en importancia de la Península Ibérica, que se dio por desaparecido hace décadas pero del que hace poco se h a sabido que se conserva en una colección privada en Estados Unidos. Esperemos que el Gobierno de Navarra pueda en algún momento recuperar a este insigne pamplonés que seguramente fue un magistrado o dirigente político de Pompelo.





Una ciudad no puede olvidar su pasado, es más, debe sentirse orgullosa del mismo. Esperemos que en el futuro en Pamplona, la ciudad de Pompeyo, se pueda conservar alguno de los restos romanos que todavía esperan a ser descubiertos en su subsuelo. La Historia lo agradecería. Mientras tanto, estas piezas expuestas en el Museo de Navarra, nos sirven de muestra de la importancia que debió de tener Pompelo, una ciudad de tamaño medio en época romana, pero situada en un lugar estratégico debido a ser la puerta de entrada en la Península Ibérica desde la calzada romana que atravesaba el Pirineo por Ibañeta al tiempo que era cruce de caminos en la ruta que desde Caesaraugusta (la actual Zaragoza) llevaba hasta el Cantábrico
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25 de mayo de 2015

SIERRA DE URBASA: CUEVAS DE LEZAUNDI Y PORTUPEKOLEZE Y DÓLMENES

Arco de Portupekoleze - Sierra de Urbasa

Cueva de Lezaundi y Portupekoleze - Mapa y gps Distancia: 16 Km.
Desnivel máximo: 143 m.
Desnivel acumulado: 317 m.

Ruta muy interesante que recorre una de las zonas más bellas del Parque Natural de Urbasa. Comienza en el aparcamiento del puerto de Lizarraga y que va a ofrecer grandes atractivos: excelentes panorámicas sobre el valle de la Barranca, visita dos de las cuevas más interesantes de Urbasa, sube a la cima más elevada de la parte septentrional de la sierra de Urbasa y encontraremos varios dólmenes y un menhir.

Para seguir el sendero y no perderse hay que seguir el mapa al que se puede acceder con el enlace o mejor aun el track gps, ya que bastante recorrido es campo a través entre el bosque de hayas.

(Km. 0,00) Se deja el coche en el aparcamiento del puerto de Lizarraga, pasando el tunel que comunica la zona alta de la sierra con el valle de la Barranca.

Comenzamos a andar por la pista que se dirige hacia el oeste.

Pronto dejamos la pista para subir a la derecha hacia lo más alto de la sierra, donde tendremos unas magníficas panorámicas de la Barranca y de la Sierra de San Donato desde el borde del precipicio.

San Donato desde el farallón de Urbasa

(Km. 1,070) Cerca del precipicio está la cueva y el arco de Portupekoleze. Es un sitio de una belleza especial. La cueva está precedida por un enorme arco de piedra que da al lugar un aspecto misterioso. No tengo constancia de que este lugar haya sido estudiado, pero no me cabe duda que no pasaría desapercibido para los pobladores prehistóricos de la sierra. ¿Pudo ser un lugar de habitación, o, tal vez un lugar sagrado donde practicaron ritos hoy olvidados? Un lugar tan extraño hace volar la imaginación.

 

Ollide - Sierra de Urbasa (Km. 2,800) Seguimos por el borde de la sierra disfrutando de las vistas y alcanzamos el alto de Ollide, con 1.136 metros de altura, monte de tercera categoría. Desde aquí ya vemos nuestro siguiente objetivo, la ermita de San Adrián. Parra llegar allí bajamos a la pista.

(Km. 3,430) Siguiendo la pista pasamos por la calzada de Zumbetz, de la que se cree que podría tener un origen romano. Un poco más adelante, una pintura en una roca nos indica que tenemos que salirnos de la pista por la derecha para llegar a la ermita de San Adrián.

(Km. 4,200) Antes de llegar a la ermita pasamos junto a un altar de piedra. La ermita de San Adrián es ermita y refugio de montaña al mismo tiempo. Desde aquí volvemos a tener unas hermosas panorámicas sobre la Barranca / Sakana.

Ermita de San Adrián - Sierra de Urbasa

 

(Km. 5,500) Seguimos hacia el oeste para ganar la mayor altura de la jornada, el monte Maiza. Antes de llegar podemos ver dos dólmenes. Del primero se conserva el túmulo y el hueco de la cámara funeraria pero sin los megalitos. El segundo está mejor conservado y sí que conserva varios megalitos que limitaban la cámara funeraria.

Dolmen del norte de la Sierra de Urbasa

(Km. 7,260) Tras un ascenso bastante cómodo llegamos a Maiza, monte de primera categoría coronado con un vértice geodésico. Desde aquí llegamos a ver algunos de los montes más importantes del País Vasco.

 

A partir de aquí es difícil guiarse incluso con el mapa, por lo que recomiendo la vuelta para quien no tenga gps. Esto es debido a que ahora no seguiremos un camino marcado. Iremos campo a través para perdernos en los bosques de hayas camino a la cueva de Lezaundi.

(Km. 8,140) Tras internarnos en el bosque de hayas salimos a un claro. En lo alto del mismo encontramos un menhir que está tumbado y roto en varios pedazos.

Menhir - Sierra de Urbasa

Volvemos a internarnos en el bosque. Salimos de él y atravesamos una pista junto a un corral. Continuamos campo a través en dirección Este.

(Km. 10,760) Llegamos a la cueva de Lezaundi. Impresiona. Es la cueva más grande de Urbasa, una gran visera que cubre una boca que alcanza los 100 metros de ancho y más de 30 de altura.

 

Al fondo de la gran boca la cueva continúa si bien está en gran medida cegada por piedras, pero arrastrándose se puede acceder al interior, una sala donde todavía llega la luz y que seguramente tenga continuación si se desalojaran las piedras que la taponan. Aquí se encontraron cerámicas de la Edad del Bronce en exploración superficial. No me cabe duda que el lugar tuvo que ser usado también desde mucho antes. Urbasa es uno de los pocos lugares de Navarra donde se han encontrado restos del Paleolítico Inferior, periodo al que corresponde la ocupación humana más antigua de Navarra. Seguramente esta gran cavidad también fue usada por el hombre prehistórico anteriormente a la Edad del Bronce.

Frente a la boca de la cueva se alza un enigmático monolito natural que hace todavía más sugerente el lugar.



(Km. 12,550)Tras visitar esta gran y escondida cueva continuamos campo a través hasta salir a la pista cerca del desvío que tomamos para ir a la ermita de San Adrián.

(Km. 16,00) Sólo queda volver por la pista hasta el aparcamiento.

Volviendo a la Barranca desde el puerto de Lizarraga podemos junto al mirador de LIzarraga que se encuentra a unos centenares de metros del tunel. Está coronado por una cruz. Una vez más, las panorámicas sobre el valle llenaran nuestros ojos... y nuestra alma.

julioasuncion@hotmail.com

ÍNDICE DE RUTAS ARQUEOLÓGICAS

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24 de mayo de 2015

CEMENTERIO ISLÁMICO DE LA PLAZA DEL CASTILLO - Pamplona

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La Plaza del Castillo de Pamplona es conocida como el "salón de estar" en la ciudad. Es un lugar de encuentro, el corazón de la ciudad. Siempre concurrida, con gente paseando, quedando con los amigos, tomando algo en las terrazas. Este lugar tan especial para la Pamplona del siglo XXI, fue, hace mil trescientos años, un gran cementerio musulmán.

Hoy, bajo la plaza, hay un gran aparcamiento. Cuando fue a construirse se realizaron excavaciones arqueológicas. Además de abundantes restos medievales, aparecieron unas importantes termas romanas y el cementerio musulmán más antiguo conservado en la Península Ibérica. Desgraciadamente, nada de esto se conservó. Hoy nos quedan los estudios y memorias de las excavaciones arqueológicas.

Necrópolis musulmana de la plaza del Castillo - Pamplona

Necrópolis musulmana de la Plaza del Castillo. (fuente: ver bibliografía)

La excavación de la Plaza del Castillo se realizó entre julio del 2001 y marzo del 2004, con gran polémica al no haberse conservado los restos arqueológicos encontrados. Parece mentira que en Pamplona, una ciudad que debe su nombre a un romano, al general Pompeyo, no se conserve un solo resto romano visitable, cuando en varias excavaciones en el centro urbano (catedral, Archivo General, Plaza del Castillo), se han encontrado abundantes restos de la antigua ciudad romana de Pompelo.

De los 7.000 metros cuadrados excavados en la plaza, 4.000 de ellos estaban ocupados por el gran cementerio islámico.

En la Plaza del Castillo se encontraron un total de 190 tumbas islámicas. Esta zona, en el siglo VIII se encontraba junto a las murallas de la ciudad. El cementerio estuvo seguramente cerca de una de las puertas de entrada a la ciudad de Pamplona.

Las tumbas, tal como marca la religión mahometana, eran sumamente austeras. Los enterrados no iban acompañados de ajuar, y estaban inhumados en posición decúbito lateral derecho, con la cara orientada hacia la Meca. tal como hoy se sigue enterrando en el mundo islámico.

enterramiento musulmán de la plaza del Castillo - Pamplona

Tipología de los enterramientos musulmanes de la Plaza del Castillo.(fuente: ver bibliografía)


No hay muchos enterrados de edad avanzada, cosa lógica en un momento en que la esperanza de vida era bastante baja. Hay un ligero predominio de población masculina sobre femenina. Los bebés y recién nacidos eran enterrados separados de los adultos. Se encontraron en una superficie de 5 metros cuadrados 8 enterramientos de este tipo.

Un dato curioso es la aparición de un individuo masculino con marcas de fracturas traumáticas e incluso heridas de arma blanca que le pudieron ocasionar la muerte.

Enterramientos islámicos plaza del CastilloEl  descubrimiento de esta necrópolis ha cambiado la historia de Pamplona. Hasta entonces se pensaba que Pamplona era una ciudad dominada en el siglo VIII por los vascones, cuyos señores se mantenían en un difícil equilibrio entre los francos y los musulmanes. El descubrimiento de la necrópolis islámica de la Plaza del Castillo, contradice esta creencia. Ahora se sabía, que durante el siglo VIII, hubo una importante población musulmana en Pamplona, lo que apoya la hipótesis de que en esta época la ciudad estaba gobernada por los musulmanes. Esto lleva a pensar, por ejemplo, que Carlomagno, cuando en el año 778 atacó Pamplona cuando volvía de una expedición fallida a Zaragoza lo hizo porque la ciudad estaba dominada por los musulmanes. Esto contradice la teoría de que en la batalla de Roncesvalles los vascones atacaran a las tropas francas como venganza al ataque a su ciudad de Pamplona, y, lo más probable en este caso, que ambos hechos, el ataque a Pamplona por tropas de Carlomagno, y al ataque de los vascones en Roncesvalles sean hechos sin relación entre sí.

Enterramiento según rito islámico - necrópolis de la Plaza del Castillo - Pamplona

Enterramiento islámico. (fuente: ver bibliografía)

La necrópolis musulmana de la Plaza del Castillo está datada entre el año 713-714, años en los que se cree que  llegaron los conquistadores musulmanes a Pamplona y el año 799 cuando vio a su fin definitivo el dominio musulmán con el asesinato del emir de la ciudad. La única datación radiocarbónica que se realizó sobre un individuo dio como resultado que el enterramiento se realizó entre el 713 y al 770 lo que confirmaba que la necrópolis de la Plaza del Castillo era la necrópolis islámica más antigua de toda la Península Ibérica. Era, porque ya no existe. Un aparcamiento ocupa el lugar de lo que podría ser un parque arqueológico  romano, islámico y medieval, Una lástima cuando cada vez más personas se interesan por el pasado de su ciudad y cuando el turismo arqueológico está en auge.

Pamplona seguramente guarda todavía bajo su suelo más riquezas arqueológicas. Esperemos que en el futuro se trate a este patrimonio con un poco más de respeto.

Bibliografía: José Antonio Faro Carballa / María García-Barberena Unzu / Mercedes Unzu Urmeneta: "Pamplona y el Islam. Nuevos testimonios arqueológicos".. 




© Julio Asunción

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