Calahorra, guía arqueológica

23 de junio de 2019

ERMITA DE SAN QUIRIACO - Santuario prehistórico - Garísoain


En esta ocasión vamos a visitar un lugar muy especial. En lo alto de una imponente peña se encuentra uno de los santuarios más antiguos de Navarra.

- Localización

En la peña de San Quiriaco existió un lugar de culto, al menos, desde la Edad del Hierro. Fue dado a conocer por José María Jimeno Jurío en 1975, cuando encontró un ara, un altar romano, en las ruinas de la ermita de San Quiriaco. Esta advocación es antigua y parece relacionada con la cristianización de santuarios paganos. Un ejemplo de ello lo tenemos en el santuario prerromano de San Quiriaco en Etxauri, del que puedes tener más información en este enlace.


El ara encontrada en la ermita cristiana acredita que este lugar fue utilizado para el culto ya en época romana. También se encontraron fragmentos cerámicos de la Edad del Bronce y de la Edad del Hierro. Por tanto, también fue utilizada la peña donde se halla el santuario en estas épocas. Por otra parte, el lugar no tiene las características mínimas para ser un poblado, un lugar de habitación. Esto, junto a las similitudes con el santuario de Etxauri, hacen pensar que el lugar fue sagrado desde la prehistoria. Un santuario, al menos, desde hace 3000 años.


Desgraciadamente, en los años treinta del siglo XX, se utilizó la peña como cantera de piedra. La excavación de la cantera dejó una gran cicatriz que, seguramente, se llevó por delante buena parte de los restos del santuario antiguo y de la ermita cristiana. Es probable que en la cima existiera un altar rupeste del tipo al del santuario de San Quiriaco de Etxauri, pero eso nunca lo sabremos.

Cantera de la Peña de San Quiriaco

Al menos se conserva la rampa de subida a la ermita que, seguramente, es reutilización de la antigua rampa escalonada por la que se accedería al desaparecido altar protohistórico.
     
Escalones de piedra de subida al santuario de San Quiriaco

La rampa es un pasillo en zig-zag tallado en la roca de algo más de metro y medio de anchura. Todavía se conservan algunas de las piedras que se utilizaron como escalones. También un muro de sillarejo, que consolida el camino poco antes de llegar a la zona de la ermita.
Por otra parte, cuando visité el lugar, me llamaron la atención dos elementos de la peña de San Quiriaco. Por una parte una pequeña cueva que se encuentra justo junto a la rampa de subida. Quizás tenga que ver con la sacralidad del lugar. Es sabido que en época prehistórica y protohistórica muchas cuevas se utilizaron como lugares de culto o enterramiento. Por sus pequeñas dimensiones, quizás tuvo este segundo uso.
 
Covacha de la peña de San Quiriaco

También creo que pudo tener importancia el monolito natural que vemos muy cerca de las ruinas de la ermita. Se levanta a modo de gran menhir en la misma cima. Igual que la cueva, pudo tener que ver con la elección de la peña como santuario. Seguro que llamó la atención a las gentes que habitaron estos lugares hace más de 2.000 años. La gran roca recuerda la tradición de las sociedades megalíticas que levantaron centenares de monumentos megalíticos en Navarra.
Es muy fácil llegar a la peña de San Quiriaco, ya que la carretera pasa muy cerca. En el siguiente enlace tienes la localización exacta y la ruta que propongo para su visita:

- Ruta a la ermita de San Quiriaco


Bibliografía: 
Javier Armendáriz Martija: De aldeas a ciudades. El poblamiento durante el primer milenio a.C. en Navarra. Gobierno de Navarra, Departamento de Cultura y Turismo, Institución Príncipe de Viana, [2008], (Trabajos de arqueología navarra. Monografías arqueológicas; 2)

RUTA A LA ERMITA DE SAN QUIRIACO



En este enlace tienes la introducción y más información sobre este yacimiento arqueológico:

- Ermita de San Quiriaco - Garísoain - Santuario prehistórico

En esta ruta subiremos a la peña donde está el ancestral santuario, donde hoy quedan las ruinas de la ermita de San Quiriaco. Veremos la antigua rampa de subida, que muy probablemente tiene más de 2000 años, de la que aun quedan algunos escalones, y disfrutaremos de las panorámicas.

Distancia: 1,460 km
Desnivel máximo: 94 m.
Desnivel acumulado: 134 m.

- Mapa y soporte gps de la ruta

Km 0,00.- Dejamos el coche en el aparcadero de tierra que está a la altura del kilómetro 2,6 de la carretera NA-7123, carretera que comunica Allotz con Garísoain 30T x=588032 y=4728277. Desde aquí ya vemos la gran peña rocosa sobre la que se alza la ermita de San Quiriaco, lugar donde estuvo el santuario prehistórico.
Km 0,080.-  Desde la explanada tomamos la pista a la izquierda, la que desciende y, enseguida, nos salimos, por un camino, a la izquierda 30T  x=588099  y=4728293. Así alcanzamos la campa que se encuentra a los pies de la ladera oeste de la peña.
Km 0,270.- A la derecha de la campa sale un camino de tierra por el que seguimos 30T x=588272 y=4728356. Nos va a permitir bordear por el sur la peña, ya que la subida se encuentra en la ladera este.
Km 0,550.- El camino poco a poco va rodeando la ladera sur de la Peña. En su parte final asciende hasta alcanzar una pequeña explanada que se encuentra en la ladera este 30T  x=588366  y=4728504. Quizás esta explanada en su día fue el lugar donde los feligreses del santuario se reunieran, al modo en que hoy se concentran los romeros para hacer una comida común los días de celebración. O, quizás, desde aquí escuchaban los cánticos que el chamán o sacerdote alzaba a viva voz, a los cuatro vientos, desde la cima de la peña.
Desde la explanada, a la izquierda de la peña, podemos ver la rampa de acceso, seguramente de origen prehistórico.
En su inicio se pueden todavía apreciar algunos sillares colocados a modo de escalones para facilitar la subida.
Subimos en zig-zag. Antes de llegar a las ruinas de la ermita podemos ver una pequeña cueva y un muro de contención que asegura el camino. Quién sabe si esta cueva tuvo algún simbolismo. Podemos imaginar que se utilizara como lugar de enterramiento en la Edad del Bronce, quizás de las gentes con mayor jerarquía en el clan o tribu. ¿Pudo ser este el inicio de la consideración de la peña de San Quiriaco como lugar de culto, en este caso de culto a los antepasados? Es una hipótesis imposible de acreditar, pero si visitas este singular lugar seguro que tú también podrás imaginarte rituales antiguos que se han perdido con el paso de los siglos.

Muro de contención en el camino de subida a la ermita

En la parte alta encontramos las ruinas de la ermita. Es el lugar donde Jimeno Jurío encontró el altar romano.
Antes de llegar a la ermita podemos ver una covacha. Es conocido que en la antigüedad a muchas se les daba un carácter simbólico, espiritual. ¿Quién sabe si este pequeña cueva tuvo algo que ver con la elección del lugar como santuario?¿Quizás esta covacha fue utilizada como lugar de enterramiento, convirtiendo a la peña en un lugar de referencia para los que habitaron estos lugares en la prehistoria?
Cerca de la cueva veremos un muro de sillares para consolidar la rampa de subida. Seguramente este muro tiene su origen en la Edad del Hierro y posteriormente fue reformado y mantenido a lo largo de los siglos para facilitar el acceso de los oficiantes y los fieles a lo más alto de peña.
0,640.- Llegamos a la ermita, de la que quedan sólo tres de las cuatro paredes en pie 30T x=588329 y=4728452. En parte está destrozada por la cantera que, desgraciadamente, en los años 70, arruinó parte de la peña. 
Ruinas de la ermita de San Quiriaco

También es muy posible que esta cantera se llevará por delante algún tipo de santuario rupestre prehistórico, como el que hay en otros santuarios, como, por ejemplo, el llamado también de San Quiriaco, en la peña de Etxauri. En este enlace tienes más información sobre este otro lugar de cultos antiguos:


Podemos acceder a lo más alto de la peña pero no es recomendable por su peligrosidad, ya que la cantera ha dejado un estrecho paso donde es fácil perder el equilibrio. De todas formas, si que podemos subir por encima de la ermita hasta la roca que se encuentra justo detrás de la misma, desde donde disfrutaremos de las panorámicas del entorno. Se llega a ver la presa del pantano de Alloz, Monjardín, la peña rocosa que se alza cerca de Salinas de Oro y muchas otras sierras. Más cercano, con una inconfundible forma cónica, está el monte Txapardia, donde hay un vértice geodésico.

Panorámica con el monte Txapardia en primer plano


Una curiosidad. Cerca de la ermita se levanta el menhir natural del que hemos hablado en la introducción de este yacimiento y que también pudo ser un elemento importante en la elección del lugar como santuario. Ente el monolito y la peña se puede ver el monte Txapardia. Quizás esta vista del monte entre las rocas del santuario sirvió como algún tipo de marcador astronómico relacionado con los cultos que aquí se realizaron. Por supuesto, todo esto son hipótesis difícilmente comprobables, pero que duda cabe que, si visitas este lugar tan especial y tienes un espíritu abierto al viaje de la imaginación, te vendrán a la cabeza posibles escenas de cultos a dioses antiguos, hoy perdidos, pero que influenciaron mucho a las vidas de las gentes que habitaron estos montes.

Vista de Txapardia desde el monolito


Km 0,880.- Tras esta inmersión en la espiritualidad de hace más de dos milenios, volvemos a bajar de la peña. En vez de volver por el mismo lugar podemos tomar el ancho camino de tierra que enseguida nos lleva a la carretera 30T x=588379 y=4728693, a la altura del kilómetro 2.
Km 1,460.- Sólo queda bajar por la carretera hasta el aparcamiento en un corto paseo de poco más de cinco minutos, rodeando la peña por su flanco norte. Ya junto al coche echaremos un último vistazo a la mole blancuzca de la peña. En lo más alto seguramente, un par de buitres planearan sobre la peña. Se ha llegado a pensar que en estos lugares rocosos usados como santuarios se pudieron exponer los cuerpos de los guerreros fallecidos en batalla para que los buitres, al consumir la carne muerta, llevaran el alma del caído a los dioses. Esta era una costumbre acreditada entre los celtíberos. Quizás, hace muchos siglos, otros buitres se llevaron el alma de guerreros vascones muertos en batalla, cuyos cadáveres se dejaron en lo más alto de la peña, cerca del cielo...

© Julio Asunción

20 de junio de 2019

CASTRO DE SANTA ÁGUEDA Arraiza


El castro de Santa Águeda se encuentra muy cerca de Arraiza, pequeño pueblo que se encuentra en la parte oeste de la Cuenca de Pamplona. El nombre le viene al castro de una antigua ermita dedicada a esta santa, de la que no queda actualmente ningún resto. El castro ocupa un cerro que se está a tan sólo 300 metros del pueblo, por lo que el acceso al mismo es muy sencillo. Al final el artículo tienes el enlace de la ruta que propongo para visitar el castro.
Fue descubierto el 10 de abril de 2016 por Juan Mari Txoperena, Miguel Echegaray y Zuriñe Iturri en el contexto del estudio del poblamiento protohistórico pirenaico a la llegada de los romanos.
Es un castro de medianas dimensiones. Parece que constaba, al menos, de dos recintos. El superior, el más visible, ocupa la cima del cerro, que está artificialmente amesetada. Esto mejoraba el aprovechamiento de la superficie para ubicar las casas del poblado protohistórico.Hoy no quedan restos de estas casas. Los taludes que rodean el cerro delimitan un espacio de tendencia ovalada, de casi media hectárea de extensión, 105 metros en su eje máximo por algo más de 40 en su eje corto.  La cima está coronada por una antena repetidora y por una casa moderna que afean y afectan al yacimiento.
No obstante, el castro de Santa Águeda conserva buena parte de su estructuración defensiva. La cima amesetada donde se encontraban las viviendas está protegida por los taludes que rodean el cerro. 

Uno de los terraplenes que protegen el castro 


Además bajo los terraplenes se esconde la muralla que completaba las defensas. De esta muralla podemos ver dos restos significativos. El primero es un tramo de un par de metros de muralla junto a la pista actual de acceso a la cima, además de varios sillares caidos en las proximidades. El segundo es un derrumbe de la muralla en el sector este del castro.

Derrumbe de la muralla en el sector este del castro de Santa Águeda

El segundo recinto se encuentra también en la ladera este del cerro. Allí vemos una gran superficie de ladera, de escasa inclinación, que actualmente está aprovechada como campo de cereal. Este segundo recinto está protegido por una serie de terraplenes que se suceden, escalonados, a diferentes niveles de altura, hacia el barranco que limita el recinto castreño.

Recinto secundario del castro de Santa Águeda


La ubicación del castro, como es habitual en estos poblados prerromanos fortificados, es estratégica. Se encuentra a tan sólo 600 metros del río Arga, muy cerca del paso que comunica la zona más occidental de la Cuenca de Pamplona con la Zona Media de Navarra. En la antigüedad este paso debió ser más utilizado que en la actualidad, ya que el Arga, como buena parte de los ríos, era una vía de comunicación importante, tal como acreditan los numerosos castros que se disponen, como el de Santa Águeda, en sus cercanías. De hecho, desde el cerro de Santa Águeda se tiene contacto visual con otros castros cercanos. El más destacable es el de Matxamendi, que es el cerro que se levanta a menos de dos kilómetros hacia el este. En el siguente enlace tienes más información sobre este otro castro:

Vista del Castro de Matxamendi desde el castro de Santa Águeda

Desde el castro de Santa Águeda se tienen unas excelentes panorámicas de la Cuenca de Pamplona y, también, una de las mejores vistas de la sierra de Sarbil, con los escarpes rocosos de más de un centenar de metros de altura que caen hacia las riberas del Arga.
En el siguente enlace tienes la localización y la información para visitar el castro de Santa Águeda:

RUTA CASTRO DE SANTA ÁGUEDA


En este enlace tienes la introducción de la ruta e información adicional sobre el castro:

- Castro de Santa Águeda

En esta ruta nos acercaremos desde el centro de Arraiza hasta el castro, en poco más de 10 minutos de caminata. Allí subiremos a lo alto del cerro, el lugar donde en su día estuvieron las viviendas del poblado. Tras disfrutar de las panorámicas, nos acercaremos al derrumbe de la muralla de la zona este del cerro. Desde allí podremos acceder al recinto secundario. Seguramente se uso como redil del ganado o, quizás, como una ampliación del poblado. Sólo futuras excavaciones arqueológicas podrán comprobarlo.

Distancia: 1,9 km
Desnivel máximo 16 m
Desnivel acumulado 16 m

- Mapa y soporte gps de la ruta

Km 0,00.- Dejamos el coche en la plaza principal de Arraiza 30T x=597645 y=4735676. Desde la plaza subimos hacia la iglesia.

Km 0,120.- Poco antes de llegar a la iglesia, sale a la derecha una pista de tierra que lleva al cementerio 30T x=597658 y=4735767. Seguimos por esta pista.
Pasamos junto al cementerio. Delante vemos ya el cerro donde está el castro. Es inconfundible por su forma amesetada y por la antena que lo corona en su parte occidental.

Km 0,510.- Llegamos al castro. Estamos junto al terraplén occidental y debajo de la antena. Seguramente, este tramo de la pista fue en su día un foso que antecedía al terraplén que oculta la muralla. La pista gira a la derecha para alcanzar su parte más alta. En el suelo podemos ver algunos sillares de la antigua muralla junto a algún bloque de obra moderno. A la derecha, a media altura del terraplén, podemos ver parte de la muralla que ha quedado al aire, probablemente, al acondicionar la pista de acceso 30T x=597519 y=4736140.


Sillares de la muralla asomando en el terraplén


Es posible que el camino, que hoy sigue la pista para acceder a la parte superior del cerro, siga el trazado de acceso primitivo al poblado protohistórico. A la derecha queda el terraplén de la muralla, lo que haría muy expuesto para cualquier atacante el intentar acceder al castro por aquí, ya que sería blanco fácil de los defensores.


Km 0,636.- Llegamos a la parte superior, la zona donde estuvieron las viviendas 30T x=597567 y=4736170. Hoy no está cultivado. El yacimiento no ha sido excavado. Es posible que, aunque sufriera hace décadas labores agrícolas, todavía conserve registro arqueológico. Aunque no ha quedado constancia de que al construir la antena o la casa aparecieran restos antiguos, lo cierto es que los descubridores del yacimiento encontraron un molino encuadrable cronológicamente en la Edad del Hierro.

Rampa de entrada y recinto superior del castro


Otro atractivo de la visita son las panorámicas. Desde aquí se aprecia el “embudo” que hace en su parte oriental la Cuenca de Pamplona y donde, el río Arga, se abre camino hacia la Zona Media de Navarra entre las montañas. El río se ve 120 metros más abajo, serpenteando, antes de encajarse en el paso. Etxauri, Bidaurreta, Ciriza, son sólo algunos de los pueblos que se divisan desde aquí. Mucho más cercano Arraiza, donde destaca el campanario de su iglesia. Hacia el este, el castro de Matxamendi, que corona un cerro cercano. Más lejos, la Higa de Monreal y la peña de Izaga cierran el horizonte.

Arraiza desde el castro de Santa Águeda

Volvemos a bajar por la pista. Antes de volver al pueblo, tomaremos un sendero poco transitado que avanza en su comienzo a los pies del terraplén sur del castro. En la parte este, a media altura del terraplén, encontramos un derrumbe de piedras de lo que fue la muralla del castro. Desde aquí podemos ver el ancho campo de cereal donde tuvo que estar el recinto secundario.

Este segundo recinto está delimitado por otro terraplén artificial. Ladera abajo se puede distinguir, al menos, un tercer terraplén defensivo.

Terraplenes defensivos del flanco este del castro


Sólo queda volver al pueblo por el mismo camino a Arraiza.

© Julio Asunción



2 de junio de 2019

MENHIRES DE GORTASORO - Urbasa

Esta es una ruta muy cómoda, apta para hacer con niños. No llega a 5 kilómetros de longitud y el desnivel es escaso. No obstante, tiene el atractivo de que daremos un paseo por el corazón del Parque Natural de Urbasa, dejaremos vagar la mirada por los grandes rasos donde pastan caballos, ovejas y vacas y, también, conoceremos dos menhires que, como curiosidad, están prácticamente al lado uno del otro. La ruta puede completarse en hora y media incluyendo las paradas.
Distancia: 4,89 km
Desnivel: 40 m
Desnivel acumulado: 43 m
- Mapa y soporte gps de la ruta
Km 0,00.- Comenzamos la ruta en las casas que se encuentran a 500 metros al norte del Palacio de Urbasa 30T x=568191 y=4741418, en la Venta de Medinagusi. Hay sitios de sobra para dejar el coche. También hay un bar que nos vendrá de perlas para términar la ruta refrescándonos con una cerveza o reponiendo fuerzas con un bocata o un pincho. Cruzamos la carretera. Allí nace una una pista que, enseguida, se convierte en camino.
Uno de los postes que indican la ruta
Km 0,260.- A poco más de un centenar de metros de las casas encontramos un poste con indicaciones. Aquí que tener cuidado, ya que el camino marcado ya que hay una bifurcación de caminos 30T x=568353 y=4741598. Tenemos que seguir por un camino que sigue a la izquierda, entre dos grandes hayas. Unos postes con flechas azules y marcados en rojo y azul marcan el camino
Km 1,00.- A 10 minutos andando desde las casas están los menhires de Gortasoro 30T x=568565 y=4742159. Son las dos grandes piedras tumbadas, a la izquierda del camino, a unos 10 metros del mismo. Cerca hay un hito de ruta con el número 4.
Menhires de Gortasoro

Los dos menhires están alineados. Sólo están separados por cinco metros. Son de diferentes medidas. Uno es más estrecho y está acabado en punta.
El menhir más pequeño (3,15 m)


Aunque están catalogados por separado creo que hay la posibilidad de que fueran originariamente un sólo menhir de grandes dimensiones y que se hubiera partido. La alineación y el mismo grosor de los dos megalitos podrían ser indicios de esto. El menhir más estrecho mide 3,15 m de largo, por 62 cm de anchura máxima y por 54 cm de grosor. El otro, más grande, mide 3,65 m e largo, 1,10 m de ancho y tambíen 54 cm de grosor.

El más grande d elos menhires de Gortasoro (3,65 m)

De ser estos dos monolitos partes de un sólo menhir, estaríamos ante uno de los más grandes de Navarra, alcanzando casi los siete metros de longitud.
Si nuestro interés era tan sólo conocer los menhires, podemos desandar camino hasta el punto de inicio. Aquí propongo continuar la ruta para hacerla circular y seguir disfrutando de los rasos y las hayas de Urbasa.


   
Km 1,310.- Llegamos a un cruce de caminos 30T x=568394 y=4742363. A la izquierda, un sendero marcado en blanco y azul que baja. Lo desechamos. A la derecha sale otro sendero al lado de un gran haya. También lo desechamos. Seguimos recto por el camino que asciende levemente.
La pista pasa junto a una gran dolina que queda a la derecha. Las dolinas son sumideros naturales que toman forma de “embudos” en el terreno. Son propias de los paisajes kársticos y muy numerosas en el Parque Natural de Urbasa. Por ellas el agua de lluvia filtra hacia el interior de la tierra. Ese agua crea cuevas y vuelve a salir a la luz por nacederos a cotas de altura más bajas.
Km 2,160.- La pista que va girando hacia la izquierda, hacia el oeste, hasta llega a la carretera 30T x=567700 y=4742408. Aquí tenemos que seguir la carretera 120 metros a la izquierda, hasta llegar a la pista de entrada al aparcamiento de el Arenal 30T x=567673 y=4742283. Seguimos por aquí.
Cruzamos la explanada del aparcamiento, donde también hay una barbacoa para hacer fuego en los periodos en esta autorizado. Seguimos por una pista forestal que sale al final de la explanada, junto a unos paneles informativos.
Km 2,730.- Más adelante que tener cuidado para no despistarnos. Cuando la pista da un giro hacia la derecha hay que seguir recto para tomar el camino que está indicado con un poste con una flecha azul 30T x=567292 y=4742350.
Km 2,870.- Enseguida llegamos a la fuente de Basauntziturri 30T x=567155 y=4742308, una surgencia de agua que aparece entre una rocas. Junto a la fuente el camino gira hacia la izquierda.Visité el paraje al final de la primavera. Es posible que en pleno verano la fuente este seca.

Fuente de Basauntziturri

Km 3,660.- Salimos a a un prado salpicado de grandes hayas 30T x=567569 y=4741715. A lo largo de la ruta veremos ejemplares de haya espectaculares. Al contrario que en la selva de Irati, al no estar los árboles tan juntos, pueden crecer extendiendo su copa. Muchas hayas alcanzan más de 20 metros de altura.
Dejamos de seguir las marcas azules. En el prado vamos por el camino de la izquierda, hacia un bosque de pináceas, pasando junto a una de estas hermosas hayas.

Una de las grandes hayas que encontraremos en la ruta

Km 4,320.- El camino pasa junto a este pequeño bosque de alerces y vemos enseguida una borda 30T x=567984 y=4741314. Justo antes de llegar a la misma, sale a la izquierda un camino que nos va a llevar de nuevo al aparcamiento. Pero recomiendo, antes de tomarlo, continuar unos metros, ya que pasando la borda tenemos unas vistas amplísimas de los rasos de Urbasa 30T x=568073 y=4741194.
Km 4,890.- Bajamos por el camino de la borda y llegamos al bar y al aparcamiento. Seguro que la cerveza, o el bocata, sabe ahora mejor tras la caminata, tras las hayas, los menhires y las vistas.
Una recomendación. A la vuelta conviene pararse en el aparcamiento del Balcón de Pilatos. A cinco minutos del aparcamiento llegaremos a este balcón natural desde donde disfrutaremos de unas extraordinarias panorámicas.
Panorámica desde el Balcón de Pilatos
© Julio Asunción