Calahorra, guía arqueológica

5 de febrero de 2020

CALZADA ROMANA DE ABLITAS


La calzada romana de Ablitas es la calzada romana mejor conservada en estado original de Navarra. Es más conocida la calzada romana de Cirauqui, pero lo cierto es que esta calzada fue reparada y modificada en siglos posteriores a la romanización. En cambio la calzada romana de Ablitas se conserva tal y como se construyó hace 2000 años.


La calzada de Ablitas se encuentra en el yacimiento arqueológico de Los Pozos, al Este de Ablitas. Fue descubierta en el año 2009 mientras la empresa Olcairum S.L. mientras se hacían trabajos de seguimiento arqueológico derivados de la modernización del regadío de la zona.
Posteriormente se elaboró un proyecto para la excavación arqueológica de la misma. Conserva un tramo íntegro de 160 metros, de los cuales se han excavado 100 metros en la campaña que se realizó en 2011.




La calzada romana de Ablitas es parte de la que recorría la Ribera Navarra y unía ciudades tan importantes como Cascantum (Cascante) y Graccurris (Alfaro). Pertenecía a la llamada Vía Romana de Italia a Hispania. Era parte del trazado que unía Tarraco (Tarragona) con Asturica Augusta (Astorga).
Actualmente la calzada romana de Ablitas se ha puesto en valor para su visita con la limpieza de la vegetación, la excavación arqueológica, con la instalación de paneles informativos y la señalización del acceso a la misma desde la carretera.


Panel informativo en la calzada romana de Ablitas


El acceso a la calzada romana de Ablitas parte del kilómetro 10 de la NA-3042, entre Ablitas y Ribaforada. Desde la carretera hay que seguir una pista de tierra que tendremos que recorrer durante 2 kilómetros para llegar al yacimiento arqueológico.

Localización de la calzada y acceso en coche por pista de tierra:



La calzada actualmente se ha protegido del paso de ganado mediante un cercado de madera. Además los paneles informativos muy didácticos. Se explica la importancia del viario romano y la construcción de las calzadas, así como el trazado que debió tener está calzada que atravesaba el sur de la actual Comunidad Foral de Navarra. Los textos de los paneles son del arqueólogo Oscar Sola Torres.
Hay que recordar que las calzadas romanas fueron fundamentales para el proceso de romanización de la Península Ibérica. A través de ellas, no sólo se trasladaron las legiones romanas que conquistaron el territorio, sino también las influencias culturales y el importante comercio que facilitó la implantación de la civilización romana.


Distancias en el miliario moderno instalado junto a la calzada


Podemos ver perfectamente cómo se han conservado los bordillos de la calzada y se puede apreciar también cómo era la forma de construcción de la misma, con una cimentación de piedra que posteriormente era recubierta con un solado de tierra apelmazada. Es decir, las calzadas romanas se parecían mucho a los caminos de tierra actuales.

En la excavación se ha dejado a la vista un tramo de 12 metros de lo que era la cimentación de la calzada, que estaba compuesta de piedras de yeso y alabastro principalmente. Sobre estas piedras iba el manteado de tierra apelmazada que hacia de firme para el paso de los carros, caballerías y personas.


Cimentación de la calzada romana de Ablitas con piedras de yeso y alabastro

Se ha añadido también a este área de interpretación de la calzada romana un miliario moderno. Los miliarios eran hitos de señalización en las calzadas romanas. En el miliario de la calzada romana de Ablitas podemos ver el nombre que tenía esta calzada romana (Vía Romana de Italia a Hispania) y también la distancia algunas de las ciudades romanas de importancia cercanas al tramo excavado.


Miliario moderno en al área interpretativa de la calzada romana



Hoy la calzada romana de Ablitas está en un lugar solitario, alejada de las vías de comunicación. Pero en su día fue una verdadera autopista de la época. Fue utilizada por aquellos que, siguiendo el Valle del Ebro se dirigían hacia la actual Cascante, la ciudad romana más importante de la zona en la época.

Mientras recorremos el tramo excavado podemos imaginar que por aquí pasaron legionarios romanos, carros de comerciantes y gentes de toda condición social (campesinos, nobles, esclavos, etc). Y, sobre todo, nuevos modos de vida, que sustituyeron el de los pueblos prerromanos que habitaron Navarra trayendo una nueva etapa histórica.


Bibliografía: 
© Julio Asunción

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