30 de septiembre de 2016

CASTRO DE CASTILVIEJO Sigüenza Guadalajara

El Castro de Castilviejo se encuentra cerca de la conocida ciudad de Sigüenza, en Guadalajara, entre los pueblos de Guijosa y Cubillas del Pinar. Es bastante desconocido. Cuando lo visité en noviembre de 2016 se había realizado cierto acondicionamiento del yacimiento arqueológico para la visita con limpieza de maleza y la instalación de un panel informativo. Pero lo cierto es que no estaba señalizado su acceso ni en la carretera ni en los pueblos cercanos. Esperemos que este artículo ayude a que esto se corrija, ya que nos encontramos ante uno de los castros celtíberos más interesantes de Soria y de la Comunidad de Castilla y León.
De este yacimiento arqueológico se tiene conocimiento desde 1929 aunque no fue excavado hasta 1977. Castilviejo estuvo habitado con anterioridad a su ocupación por los celtíberos. Aquí existió un poblado de la Edad del Bronce (s. XII-X a.C.) y posteriormente también fue una atalaya o puesto defensivo musulmán que controlaba la zona (s.X). Pero la importancia de Castilviejo reside principalmente en el castro celtíbero que aquí se levantó en los siglos IV y III a.C.
Castilviejo es un ejemplo excelente de castro fortificado de la Edad del Hierro. El mismo nombre de Castilviejo (castillo-viejo) nos habla de su condición fortificada que seguro llamaría la atención desde antiguo dando nombre al lugar. Castilviejo se encuentra enclavado en lo alto de un monte que alcanza los 1.150 metros de altura. El poblado celtíbero aprovecha los cortados rocosos que cierran por el norte y el sur la cima como defensa natural del poblado. En cambio, en la zona oeste, más llana y sin defensa natural, se concentran las defensas artificiales que protegían el castro celtíbero. Así, nos encontramos una potente muralla de 90 metros de longitud y 2 metros de grosor. La muralla está compuesta por varios tramos y llega de escarpe a escarpe. La muralla parece levantarse sobre un elevamiento artificial del terreno ganando así altura y capacidad defensiva. Está acodada y además está precedida de un foso. La muralla y los escarpes delimitan un triángulo superficial de entre 3.000 y 4.000 metros cuadrados, cuyos lados serían la muralla y los dos escarpes. En el espacio delimitado por estas defensas es donde estaban las viviendas del poblado.
En el extremo sur la muralla estaba reforzada por un torreón rectangular de 13x6 metros del que queda apenas el derrumbe de sus piedras. En el extremo norte se encontraba la entrada del poblado. Pero lo más sorprendente y lo que más llama la atención y hace realmente curioso a este poblado son los campos de piedras hincadas que dispuestos delante de la muralla y del foso hacían sumamente difícil la aproximación de los enemigos hacia el castro. Así, nos encontramos dos campos de piedras hincadas de 56X18 metros y de 40x24 metros. Están separados por un estrecho pasillo de 4 metros de anchura que era el único lugar por donde era fácilmente accesible el acceso al poblado. Hay que ponerse en el lugar de los atacantes para ver lo efectivo que era el uso de este sistema para impedir el uso de la caballería y por supuesto dificultar de manera importante el avance de la infantería hacia la muralla del poblado y hacia la entrada del mismo. Castilviejo no es un caso único en el uso de piedras hincadas, pero no son muchos los castros de la Edad del Hierro que usaban los campos de piedras, menos en que se han conservado y menos todavía los que lo conservan tan bien como en Castilviejo. 
Sistema defensivo del yacimiento -panel informativo
Los atacantes para acceder a la entrada el poblado, que siempre era el lugar más vulnerable de las murallas de los castros, tenían primero que entrar por el estrecho pasillo entre los dos campos de piedras hincadas, con lo que su concentración en un espacio tan reducido les haría más vulnerables a los ataques de los defensores. Después de atravesar este pasillo entre los campos de piedras hincadas tendrían que girar a la izquierda para llegar a la puerta por el fondo del foso que hay ante la muralla. Eso es una nueva ventaja de los defensores que desde la altura les tendrían a su merced. Además al estar hacia la izquierda la entrada del poblado eso suponía que los atacantes tenían que avanzar dejando el costado derecho más ofrecido hacia los defensores. Eso significa que el uso del escudo, que generalmente se porta en el brazo izquierdo, quedaría dificultado.


Sube a lo alto de la muralla. Desde allí contempla los campos de piedras hincadas y se consciente de tu posición defensiva. Seguramente imagines como un celtíbero, desde allí, sentía que él y los suyos estaban más protegidos.
Vista del campo de piedras norte desde la muralla del poblado de Castilviejo

Sin duda, lo más importante de Castilviejo es el sistema defensivo que ha conservado. Respecto a las viviendas poco se ha excavado y solo podemos ver varios compartimientos de viviendas que se han sacado a la luz adosados a la muralla por su interior.


El enclave de Castilviejo era estratégico, con un amplio dominio visual del territorio. Controlaba caminos que debieron ser claves en las guerras celtíberas. De ahí las extenas panorámicas que podemos contemplar desde la explanada donde se encontraban las viviendas o desde la misma muralla. Desde la muralla, a lo lejos, se puede apreciar el bonito castillo de Guijosa.
Panorámica desde el extremo norte de la muralla, donde se encontraba la entrada del poblado
En  definitiva, el castro de Castilviejo es un ejemplo de un pequeño castro celtíbero pero fuertemente defendido, en tiempos en que la solidez de las defensas podía suponer la supervivencia o el fin del poblado. Hoy tenemos la suerte de poder aprender en Castilviejo cómo se defendían estas gentes en esos periodos de guerras e inestabilidad de hace 2300 años al tiempo que disfrutaremos de las extensas panorámicas del entorno.
En este enlace puedes encontrar información para visitar el castro del Castilviejo, con la localización, un mapa y soporte para gps.

© Julio Asunción


29 de septiembre de 2016

Localización del castro celtíbero de Castilviejo

Para acceder al poblado lo mejor es coger la carretera que comunica Guijosa con Cubillas del Pinar. Unos metros antes de la señalización del kilómetro 9 a la derecha hay un aparcadero donde dejar el coche. El aparcadero esta a la falda del cerro arbolado en cuya cima está el poblado celtíbero. Estaría bien que se pusieron un par de carteles, uno en la carretera y otro indicando el comienzo de la senda, para facilitar su conocimiento y visita. Desde el aparcadero buscaremos una senda estrecha que nos llevará con fuerte desnive la la explanada donde se encontraban las viviendas. Una vez en la cima atravesaremos el terreno donde debieron están las viviendas y descendiendo unas decenas de metros enseguida daremos con la muralla y el campo de piedras hincadas. De todas formas también se puede acceder directamente haciendo una ruta senderista desde Guijosa, de la cual puedes encontrar el track para GPS en este enlace de Wikiloc. 


© Julio Asunción

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