El Abrigo de Carlos Álvarez en la Sierra Ministra |
En la Sierra Ministra, en el Valle de Ambrona, cerca del pequeño
pueblo de Miño de Medinaceli, está el Abrigo de la Dehesa o de
Carlos Álvarez. Este segundo nombre, Abrigo de Carlos Álvarez, se
debe a quien descubrió de este abrigo con pinturas rupestres allá en el
año 1997. Carlos Álvarez comunicó unos meses después, ya en 1998,
al investigador y arqueólogo Juan A. Gómez Barrera el
descubrimiento de lo que a Carlos Álvarez le parecieron ser unas
pinturas prehistóricas. Carlos Álvarez y Gómez Barrera fueron a
buscar el abrigo rupestre cuya localización no recordaba exactamente
Carlos Álvarez. Pero no tardaron mucho en redescubrirlo dándolo a
conocer posteriormente Barrera y otros autores en un interesante estudio cuya
referencia está en la bibliografía del final de este artículo.
En el siguiente enlace tienes una ruta senderista que desde Miño de Medinaceli te acerca a este abrigo con pinturas rupestres y a otros yacimientos arqueológicos de diferentes épocas:
- Ruta arqueológica de Miño de Medinaceli.
En el siguiente enlace tienes una ruta senderista que desde Miño de Medinaceli te acerca a este abrigo con pinturas rupestres y a otros yacimientos arqueológicos de diferentes épocas:
- Ruta arqueológica de Miño de Medinaceli.
El abrigo de Carlos Álvarez se llama también
Abrigo de la Dehesa por encontrarse en un paraje adehesado denominado
así: La Dehesa. Es un paraje bastante llano, con árboles dispersos.
Lo más interesante de esta dehesa es que se encuentra sobre unos
cortados rocosos de arenisca en los que está uno de los santuarios
prehistóricos más sugerentes de la Península Ibérica, la Cueva de
la Santa Cruz. Entre la Cueva de Santa Cruz y el Abrigo de Carlos
Álvarez sólo media algo más de un kilómetro de distancia en línea
recta.
El Abrigo de la Dehesa es una gran visera rocosa unos 15 metros de
anchura, 2 metros y medio de alto y unos 3 o 4 metros de profundidad.
Paisaje de la Dehesa de Sierra Ministra en las cercanías del Abrigo de Carlos Álvarez |
El abrigo y las pinturas rupestres de Carlos Álvarez tienen varias
características que lo hacen especialmente interesante.
Por un lado es raro que los abrigos con pinturas prehistóricas
conserven intacto el relleno arqueológico de aquellos que utilizaron
el abrigo como vivienda, refugio o santuario. En cambio en el Abrigo
de la Dehesa si se pudieron realizar excavaciones arqueológicas
donde se encontraron más de 1.000 instrumentos de sílex y más de
15.000 fragmentos cerámicos. Estos hallazgos nos han informado que
el abrigo estuvo ocupado en el Neolítico, Calcolitico, Edad del
Bronce, Edad del Hierro y romanización.
El hallazgo más importante fue un trozo de ocre, de óxido
de hierro, que apareció en los niveles arqueológicos neolíticos y
que según los análisis ha coincidido en su composición con parte
del pigmento usado en las pinturas rupestres. Esto ha sido muy útil
para dar una cronología a las pinturas rupestres, una cronología
fiable que difícilmente se consigue averiguar en otros abrigos con arte rupestre.
Panorámica desde el interior del Abrigo de Carlos Álvarez |
El abrigo de Carlos Álvarez. Se puede ver la fosa de la excavación arqueológica. Fuente: ver bibliografía al final del artículo. |
A favor de una datación paleolítica estaría el hecho de que el abrigo no ha sido excavado en su totalidad. Las excavaciones afectaron a una larga franja en la boca del abrigo, hoy ocupada en gran parte por zarzas que han crecido en la tierra revuelta. Por otro lado a favor de una mayor antigüedad de estas improntas de manos también estaría su deficiente conservación que las hace hoy invisibles al ojo humano. Es extraño que fueran de la misma época o posteriores a las pinturas neolíticas del panel principal del que a continuación trataremos ya que estas están mucho mejor conservadas y perfectamente visibles. Pero mientras no haya nuevas excavaciones y hallazgos paleolíticos habrá que dejar la cronología de estas improntas de manos en suspenso.
En la siguiente entrada trataremos del panel principal del Abrigo de
Carlos Álvarez.
- Continuación: pinturas rupestres neolíticas del Abrigo de CarlosÁlvarez.
Bibliografía:
Autores: Juan Antonio Gómez-Barrera, Manuel Ángel Rojo Guerra,
Marcos García Diez .Zephyrus: Revista de prehistoria y arqueología, ISSN 0514-7336, Nº
58, 2005, págs. 223-244
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