En el cerro que se alza enfrente de Sangüesa, al otro lado del río, encontramos los restos del antiguo castillo medieval que dominaba la zona. Este cerro, conocido como El Castellón, fue ocupado hace milenios, ya que se han encontrado aquí cerámicas celtibéricas además de muros antiguos que acreditan la existencia en este alto de un castro de la Edad del Hierro.
Esta ruta sube al cerro y no sólo visita el castillo, sino que también accede al mirador del Sagrado Corazón, desde donde tenemos una de las mejores vistas de la ciudad de Sangüesa, “La que nunca faltó”.
(Km. 0,00) Dejamos el coche en la primera calle que está entre el puente que cruza el río Aragón y el supermercado Dia. La calle se llama Avenida del Padre Raimundo de Lumbier. Al comienzo de la calle, entre dos álamos hay un banco. Detrás del banco unas escaleras. Subiendo esas escaleras damos con el sendero que nos va a llevar a la cima de El Castellón.
(Km. 0,200) Tras una fuerte subido llegamos al collado que separa el Castellón del alto donde está el Sagrado Corazón. Vamos primero a ver el castillo, hacia la izquierda.
(Km. 0,265) Una corta cuesta y llegamos a los muros del antiguo castillo medieval. Este castillo tuvo gran importancia en el sistema de defensa del Reino de Navarra frente al Reino de Aragón. Mucho más recientemente, en el siglo XIX, esta fortificación fue utilizada como fuerte fusilero en las guerras carlistas.
Los terrenos que hoy rodean al castillo eran hace más de 2.000 años un poblado de la Edad del Hierro. Podemos ver, sobre todo en la parte más occidental del cerro, restos de muros. Seguro que muchos de ellos pueden ser antiguos, o al menos construidos con las piedras de la antigua muralla que circundaba el castro protohistórico.
No cabe duda de la gran importancia estratégica de este cerro para el control de esta parte del valle del río Aragón. Su fortificación a lo largo de los siglos lo acredita..
Bajamos de nuevo al collado y subimos ahora a ver el Sagrado Corazón. Aquí se ha habilitado un mirador que ofrece excelentes vistas sobre el valle y sobre la ciudad monumental del Sangüesa, cabeza de merindad. Una curiosidad es que el Sagrado Corazón y el mirador están perfectamente orientados con el recorrido de la calle principal de Sangüesa. No es casualidad. Está ubicado así de modo simbólico, para que su benéfica protección se extienda por toda la ciudad. Se establece un lazo invisible entre Sangüesa y el Cristo, con su calle principal apuntando al Salvador.
(Km. 0,530) Para no volver por el mismo sitio cogemos el camino que desde detrás del Sagrado Corazón nos lleva a una pista de tierra. Una vez en la pista seguimos por la izquierda.
(Km. 1,100) Bajamos por el viacrucis hasta la carretera. En el descenso tendremos otras vistas de los restos del castillo. Una vez en la carretera la seguimos hacia la izquierda.
(Km. 1,610) Pasamos el puente que lleva al casco urbano de Sangüesa. Unos metros más adelante está la escultura a San Cristóbal. En el basamento de la misma hay un curioso poema dedicado al santo y a la precaución en la conducción. San Cristóbal es el patrón de los conductores.
(Km. 1,660) Unos metros más adelante está el coche. Fin de la ruta.