11 de noviembre de 2019

LA VIDA IMPRESA EN LOS HUESOS - Exposición en el Museo de Navarra

Nicolás Zuazua en la visita guíada

La Vida impresa en los huesos es el título de la exposición que podemos ver en el Museo de Navarra hasta el 20 de febrero de 2020. La entrada a la exposición es gratuita, así como las visitas guiadas a la misma.

Tuve la suerte de poder asistir a una de estas visitas. Nicolás Zuazua y Carlos Zuza, arqueólogos, nos detallaron a los asistentes las piezas más relevantes de manera muy amena.

La exposición trata sobre una de las disciplinas que están directamente relacionadas con la arqueología: la Paleopatología.

La Paleopatología tiene por objeto el estudio de las enfermedades en las poblaciones antiguas a través de la identificación de alteraciones patológicas en los restos humanos procedentes de yacimientos arqueológicos.

En la exposición podremos contemplar restos esqueléticos que han sido encontrados en Navarra. La muestra abarca desde el tercer milenio a.C. hasta el siglo XIX. Estas piezas forman parte de los fondos arqueológicos del Gobierno de Navarra. La mayoría de las piezas es la primera vez que se exponen al público.

La comisaria de la exposición es Mª Paz de Miguel Ibáñez.

El nombre de la exposición me pareció genial. La Vida impresa en los huesos. Las huellas de enfermedad o de agresiones violentas convierten a los huesos en las hojas de un libro que nos ayuda a imaginar la vida que llevaron, o la manera en que murieron, aquellos a los que pertenecen las calaveras y esqueletos expuestos. Nos vamos a encontrar historias macabras y tristes, propias de tiempos bastante salvajes. Tiempos donde, además, los cuidados médicos eran un privilegio para unos pocos.

Las exposición tiene dos partes. En una de ellas las vitrinas nos muestran esqueletos completos. En la otra los restos se agrupan en vitrinas diferenciadas por las causas que dejaron huella en los huesos, que, resumiendo se pueden clasificar en dos: enfermedades y agresiones (guerra o ajusticiamientos).
A continuación te detalló algunas de la piezas más interesantes:

- Una vértebra con una punta de flecha clavada del Hipogeo de Longar. Es del tercer milenio a.C. Es la pieza más antigua de la exposición. Habitualmente se puede ver en la exposición permanente del museo, en la sala de Prehistoria.

Flecha de sílex en vértebra del Hipogeo de Longar
- La calavera de un soldado que fue muerto con un virote de ballesta en el castillo de Tiebas. El cadáver se encontró enterrado en la capilla del castillo.

Cráneo de hombre muerto con flecha de ballesta

- La cabeza cortada de una ejecución que se realizó en Pamplona. Tuvieron que pegarle dos tajos para separar la cabeza del cuerpo. Se encontró en el cementerio musulmán (maqbara) del siglo VIII de la Plaza del Castillo.

Cabeza cortada encontrada en la Plaza del Castillo
- La calavera de un soldado francés de la Guerra de la Independencia al que le pegaron un tiro que le entró por el ojo y le salió por la nuca. El cadáver de este soldado se encontró en una fosa común en el paso de El Carrascal, junto con otros nueve soldados muertos en una emboscada de los hombres de Espoz y Mina. Junto al cráneo se expone una de las balas que aparecieron junto a los cadáveres. Es del tipo que le ocasionó la muerte.

Cráneo de soldado napoleónico con agujero de bala.
- La horrible huella que la sífilis dejó en los huesos de un joven de 16-18 años. Es del Monasterio de Fitero. Siglo XVI.

Huesos carcomidos por la sífilis
- El esqueleto de un bebé del poblado prerromano del Alto de la Cruz de Cortes

- El pequeño ataúd con esqueleto de un aborto de 20 semanas encontrado en la catedral de Pamplona. Siglos XVIII-XIX.

Pequeño ataúd de la catedral de Pamplona
- El esqueleto de una mujer que padeció Lepra. Se encontró en la necrópolis de Gomacín (s.VII).
Un audiovisual nos muestra una recreación del aspecto que debió tener esta mujer en vida y como el desarrollo de la enfermedad fue deformando su rostro.

Esqueleto de mujer adulta con lepra. Nótese los daños en las piezas dentales.


- El esqueleto de un soldado musulmán que fue enterrado en la necrópolis de la plaza del Castillo. Se le enterró mirando hacia la Meca, tal como es precepto en el Islam. Este soldado sufrió en vida varias lesiones fruto, seguramente, de la actividad militar. Podemos ver como soldaron tras la fractura varias costillas y un hueso del brazo.

Enterramiento de guerrero musulmán. Se le enterró mirando hacia la Meca


Estas son sólo algunas de las historias que guardan estos restos humanos. Hay más esperándonos en esta interesante exposición.

Hay que hacer mención a los estupendos dibujos de Iñaki Dieguez Uribeondo. Nos van a servir para interpretar estas historias. Reproducen escenas relacionadas con los restos humanos que podemos ver.

Dibujo de Iñaki Dieguez. Emboscada en el paso de El Carrascal
Cuando finalice la exposición estas interesantes muestras del pasado de Navarra volverán al almacén arqueológico del Gobierno de Navarra. Creo que sería conveniente crear un museo arqueológico independiente de las secciones de Bellas Artes que también se exponen en el Museo de Navarra. Hay mucho material arqueológico, por falta de espacio, no podemos contemplar.
Si quieres saber más sobre la salas de Prehistoria y Roma del Museo de Navarra puedes consultar el siguiente enlace:

- Museo de Navarra. Prehistoria y Roma.


© Julio Asunción

9 de noviembre de 2019

OPPIDUM DE SAN CRISTÓBAL Guirguillano

Oppidum de San Cristóbal desde el norte



El oppidum de San Cristóbal está en el Alto de Guirguillano, que se encuentra en la carretera que lleva de Garísoain a Guirguillano. La carretera pasa junto a la ladera norte del castro. Allí podemos dejar el coche.

Este gran castro toma el nombre de la moderna ermita de San Cristóbal que se encuentra en su cima. Se cree que era el castro que dominaba las tierras del valle de Guesálaz en los siglos IV-III a.C. Este control territorial se completaba con un gran dominio visual del entorno.

Ermita de San Cristóbal


Ocupa una superficie de 15.000 m², siendo por tanto de los de mayor extensión de Navarra.
El cerro donde se levanta el oppidum está modificado artificialmente. Por una parte en su parte superior se ha amesetado para crear un espacio adecuado para levantar las viviendas que aquí hubieron.
Por otra parte podemos ver los terraplenes artificiales que se disponen en las laderas. Eran parte del aparato defensivo del castro. 

Terraplenes defensivos de la ladera este del castro de San Cristóbal


Estos terraplenes se completaban con una muralla de sillarejo que perimetraba el recinto de habitación y de la que todavía se puede apreciar algún tramo.
Sillares de la muralla


En la parte sur hubo un foso que actualmente está colmatado por un campo de cultivo.

Terraplén sur y foso colmatado por campo de cultivo. Al fondo el embalse de Alloz

En el oppidum de San Cristóbal se encontró cerámica manufacturada de la I Edad del Hierro y celtibérica de la II Edad del Hierro. Esto nos informa de que el lugar estuvo ocupado durante un periodo de varios siglos en el primer milenio a.C. También se encontraron molinos barquiformes para moler el cereal. Era el principal producto alimenticio de los habitantes del oppidum.
Este castro “formaba parte de los asentamientos de primer orden que ejercieron un control territorial sobrel el territorio actual de Navarra” (Javier Armendáriz).
En la visita podemos recorrer el campo donde estuvo el foso, los terraplenes defensivos que creaban rampas para acceder a la parte superior del castro y también veremos algún resto de muralla en las cercanías de la ermita. Y, por supuesto, disfrutaremos de las panorámicas de los valles de Guesálaz y Yerri, de los montes que los rodean y del pantano de Alloz.


Una calzada antigua pasa junto a la ladera este del castro. Algunos autores la identifican como una calzada romana. Se conserva en buen estado, sobre todo en el tramo que desde la carretera se desciende hacia el norte en dirección a Muzqui.

Calzada antigua. Al fondo el oppidum de San Cristóbal

Seguramente esta calzada sigue un camino mucho más antiguo que atravesaba el valle. El castro de San Cristóbal controlaba esta vía que ademas servía para comunicar de manera eficiente al oppidum de San Cristobal con las tierras que dominaba en estos valles.
Cerca, a menos de tres kilómetros, se encuentra el santuario protohistórico de San Quiriaco, lugar sagrado en la Edad del Hierro que luego fue cristianizado con una ermita. Puede ser que el santuario estuviera vinculado al oppidum de San Cristóbal. En este enlace tienes más información:

- Santuario protohistorico de la ermita de San Quiriaco.

Aunque el coche se puede dejar junto al castro, también podemos optar por hacer una interesante ruta desde Garísoain que nos va a acercar al castro y a la calzada antigua recorriendo un bosque y visitando la fuente de las brujas. Aquí tienes el enlace de la ruta:

- Ruta Garísoain - oppidum de San Cristóbal

Localización del oppidum de San Cristóbal:
Coordenadas GPS: ETRS 30T  x=590776  y=4730491


Bibliografía:

Javier Armendáriz Martija: De aldeas a ciudades. El poblamiento durante el primer milenio a.C. en Navarra. Gobierno de Navarra, Departamento de Cultura y Turismo, Institución Príncipe de Viana, 2008. Trabajos de arqueología navarra. Monografías arqueológicas; 2.

© Julio Asunción

8 de noviembre de 2019

RUTA GARÍSOAIN - OPPIDUM DE SAN CRISTÓBAL

En esta ruta vamos a seguir un sendero balizado hace pocos años que parte de Garísoain. Nos va a permitir visitar el oppidum de San Cristóbal, una antigua calzada, una fuente que era el lugar donde se dice que se reunían las brujas de los alrededores y el bonito pueblo de Garísoain. Y todo esto al tiempo que disfrutaremos de amplísimas panorámicas de los valles de Guesálaz, Yerri y del embalse de Alloz.


Panel informativo de la ruta en Garísoain



El sendero se ha bautizado con el nombre “ el hechizo de la calzada romana”. Hay que aclarar que los historiadores no se ponen de acuerdo sobre la antigüedad de la calzada que vamos a visitar, si bien la mayoría de los que han escrito sobre ella la consideran romana. Se cree que comunicaba la ciudad romana de Andelos con las salinas del pueblo de Salinas de Oro. En la ruta recorreremos uno de los tramos mejor conservados, el que baja desde el Alto de Guirguillano hacia Muzqui.

Garísoain

Distancia: 8,5 km.
Desnivel máximo: 235 m.
Desnivel acumulado: 288 m.

La ruta sale del pueblo entre campos para internarse en un bosque que nos lleva al Alto de Guirguillano. Allí recorreremos el castro de San Cristóbal viendo sus terraplenes y restos de muralla. También visitaremos la ermita de San Cristóbal, que da nombre al castro. Más información sobre el oppidum de San Cristóbal en este enlace: 


Oppidum de San Cristóbal desde el sur


Volveremos por otro camino, siguiendo la calzada antigua, en algunos lugares muy bien conservada.

En la aproximación de vuelta al pueblo pasaremos junto a la fuente de las brujas. ¡ Ten cuidado no te vaya a salir alguna que esté escondida en la vegetación que rodea la fuente!

Fuente de las brujas


En el pueblo tenemos que visitar la iglesia. Se encuentra en un extremo del pueblo. Sus alrededores son un espléndido mirador sobre el embalse de Alloz y las tierras que le rodean. 

Iglesia de Garísoain


Aquí tienes el mapa de la ruta y el soporte para GPS que podrás utilizar en tu GPS de montaña o en muchas aplicaciones de senderismo de tu móvil.

Y aquí te dejo un vídeo de Garísoain para que te hagas una idea de lo que puedes ver si lo visitas. 






7 de noviembre de 2019

EL CASTEJÓN DE BARGOTA


El Castejón de Bargota es uno de los pocos castros de la Edad del Hierro que han sido excavados científicamente en Navarra. Bajo la dirección de Amparo Castiella, Jesús Sesma y María Luisa García se excavó entre 1992 y 1995. Sacaron a la luz la planta de algunas viviendas y un tramo de la muralla. Castiella había sido avisada de la existencia del castro por su descubridor, J.J. Marquínez, vecino de Bargota.


Excavaciones en el castro de El Castejón. Fuente: ver bibliografía al final del artículo
El castro se encuentra en un cerro de forma alargada que se levanta entre los barrancos de Balsero y Valdecornava. Está a 649 msnm. Para la elección del lugar se tuvo en cuenta el control visual de la zona. Desde el castro se tienen grandes panorámicas. Abarcan desde más allá de la ciudad de Logroño hasta Montejurra, la emblemática montaña cercana a Estella.


El Castejón tiene 7.700 m² de extensión. Las viviendas son de tendencia rectangular o cuadrangular y se acomodan a los desniveles de la roca base.

En una de las casas se encontró una estructura de planta cuadrangular, de 2 m de lado y tres hiladas de alzado. En su lado meridional estaba hincada una gran losa de 80 cm de altura y 45 cm de anchura máxima. Junto a la losa había un hueco con fragmentos de cerámica manufacturada y un gran vaso de cuello cilíndrico con pie. Los arqueólogos piensan que puede ser un depósito votivo, probablemente de carácter fundacional. Se cree que cuando se fundaban nuevos poblados se hacían ritos propiciatorios a los dioses para que protegieran a sus habitantes. No se ha encontrado, de momento, una estructura similar en ningún otro castro de Navarra.

Depósito fundacional del castro de El Castejón de Bargota. Fuente: ver bibliografía al final del artículo

Otro hallazgo sorprendente: en una fosa circular de 70 cm de diámetro que se abría en el suelo de una de las casas se encontraron dos inhumaciones infantiles. Era práctica habitual entre los pueblos prerromanos inhumar a los niños muertos antes de la dentición en el suelo de las casas. Más raro es encontrar dos criaturas inhumadas juntas. ¿Puede que fueran gemelos? El estudio de estas inhumaciones no es concluyente al respecto.

Enterramiento infantil en El Castejón.
Fuente: ver bibliografía al final del artículo
Otros hallazgos destacables en las excavaciones arqueológicas de El Castejón:
- Abundantes cerámicas a mano y a torno (22.356 fragmentos).

Cerámica de El Castejón de Bargota.
Fuente: ver bibliografía al final del artículo
- Herramientas hechas en hueso, como una espátula hecha a partir de la costilla de una oveja. También se usaba la cornamenta de ciervos para hacer mangos y otros útiles.

Espátula hecha con una costilla de oveja.
Fuente: ver bibliografía al final del artículo
- Molinos, piedras de molienda y machacadores. Son herramientas asociadas al trabajo con el cereal. También en piedra se han encontrado moldes en piedra para fabricar varillas metálicas.
Molino barquiforme de El Castejón
Fuente: ver bibliografía al final del artículo
- Una punta de lanza
Punta de lanza.
Fuente: ver bibliografía al final del artículo
Por la cronología de las cerámicas encontradas sabemos que el castro fue abandonado antes de la llegada de los romanos.

Como puedes ver en este artículo, es un yacimiento arqueológico muy interesante. Si quieres visitarlo puedes seguir la ruta que propongo en el siguiente enlace:

- Ruta Bargota - Castro de El Castejón

Bibliografía:

Amparo Castiella, Jesús Sesma y María Luisa García: El ajuar doméstico en el poblado protohistórico de El Castejón de Bargota, Navarra. Cuadernos de Arqueología de la Universidad de Navarra. Nº17, 2009, págs. 85-197

Javier Armendáriz Martija: De aldeas a ciudades. El poblamiento durante el primer milenio a.C. en Navarra. Gobierno de Navarra, Departamento de Cultura y Turismo, Institución Príncipe de Viana, 2008. Trabajos de arqueología navarra. Monografías arqueológicas; 2.

© Julio Asunción

6 de noviembre de 2019

RUTA AL CASTRO DE EL CASTEJÓN DE BARGOTA


En esta ruta visitaremos el castro de la Edad de Hierro de El Castejón de Bargota. Veremos los restos de sus murallas y de los terraplenes defensivos que rodeaban castro por todo su perímetro. También lo que ha quedado a la vista de las excavaciones arqueológicas. Podremos contemplar los muros de algunas de las casas de este poblado protohistórico.
Para saber más sobre este castro puedes consultar este enlace:
Distancia: 2,6 Km
Desnivel máximo: 46 m
Desnivel acumulado: 80 m
Km 0,00.- La ruta parte desde la entrada del pueblo 30T x=556668 y=4712035. Allí hay un área infantil desde dónde se tiene una buena panorámica. Por encima del área infantil hay otra plataforma con una mesa que también es un buen mirador. Desde el pueblo se puede ver, hacia el sur, el cerro donde se encuentra el castro. Está a medio kilómetro en línea recta. El cerro está artificialmente escalonado. Son los terraplenes que forman las defensas avanzadas del castro.
Seguimos subiendo hasta enlazar en unos metros con una pista donde hay una señal que indica merendero. Continuaremos por esta pista.
Km 0,688.- Llegamos al merendero 30T x=556830 y=4711585. El cerro del castro de El Castejón está al otro lado de la carretera. Tendremos que cruzar con cuidado. Subimos por la ladera también con cuidado, ya que no hay un camino claramente marcado al principio. Pero enseguida, tras unos metros, llegamos a un campo de cereal. Allí ya vemos un pequeño sendero que asciende. Según subimos tenemos una buena vista de los terraplenes defensivos del flanco occidental del castro.
Terraplén de la ladera oeste de El Castejón

Km 0,940.- Enseguida veremos un derrumbe de piedras. Superándolo, llegaremos al lugar donde excavó Amparo Castiella y su equipo 30T x=556984 y=4711545. Se pueden ver los muros de unas casas. Desde aquí se tiene una panorámica muy extensa. Destaca, a lo lejos, Logroño. A su lado Monte Cantabria, un cerro aplanado que fue uno de los oppida de la Edad del Hierro más importantes de la zona.
Excavaciones arqueológicas de El Castejón

Tras contemplar las panorámicas y las excavaciones podemos seguir subiendo hacia la cima del cerro que ahora está repoblada por pinos. Una lástima. No permiten contemplar en toda su extensión las increíbles panorámicas que desde aquí se tenían y que eran una de las razones de que se eligiera este lugar para construir el castro. Estás panorámicas facilitaban un perfecto control visual del entorno.
Panorámica desde el castro de El Castejón

Podemos volver por el mismo camino a Bargota, pero también podemos optar por seguir hacia la zona sur del cerro donde un estrecho sendero empinado nos va a permitir salvar la sucesión de terraplenes que defendían el castro de El Castejón por el sur 30T x=556998 y=4711374.
Luego iremos hacia la izquierda pasando al lado de un pequeño refugio moderno que seguramente está construido con sillares de las antiguas murallas del poblado de la Edad del hierro 30T x=557043 y=4711364.
Pequeño refugio

Km 1,500.- Si continuamos hacia la izquierda llegamos a un campo de cereal. Si miramos hacia la ladera podemos ver el paramento de muralla mejor conservado 30T x=557067 y=4711450. Desde aquí bordearemos el campo que cultivo. Sino tendremos que volver hacia atrás. Es muy probable que el terreno donde se encuentra este campo de cereal, que está limitado hacia el este por terraplenes, fuera un recinto secundario que quizás se usó también hace 2000 años como campo de cultivo.
Muralla en la ladera oriental de El Castejón de Bargota

Bordeando el campo de cereal llegaremos de nuevo a la carretera y el merendero. Solo queda volver por la pista de tierra a Bargota, salvo que hayamos preferido dejar el coche en el merendero haciendo la ruta más corta.
Merece la pena recorrer Bargota . Aquí nació el famoso el brujo Johanes. Es el brujo más famoso de Navarra. En este enlace tienes un recorrido monumental por Bargota:
Y en este otro conocerás mejor al brujo Johanes:

23 de octubre de 2019

DOLMEN DE ANGAITZA Valle de Juslapeña


En esta ruta partiremos de Beorburu, pequeño pueblo del valle de Juslapeña que está cerca de Pamplona. Subiremos al monte de San Bartolomé. Toma el nombre de la ermita que hay en una de sus laderas. Está junto a la Cañada Real de Las Provincias, una de las cañadas más antiguas de Navarra. También visitaremos la ermita de San Bartolomé de Gorostieta. Coronaremos las tres cimas de este monte, disfrutando de grandes panorámicas sobre la Cuenca de Pamplona y los montes que la rodean por el norte. Muy interesante es también el dolmen de Angaitza, también llamado de Mari Bizker. Este monumento funerario prehistórico es el más importante del valle.
- Distancia: 4,5 km
- Desnivel máximo: 165 m
- Desnivel acumulado: 165 m


En el siguiente enlace puedes bajarte un mapa y la ruta para GPS de montaña o aplicación de móvil. 
Km 0,00.- Dejaremos el coche a la entrada de Beorburu. Allí hay una pequeña explanada que sirve de aparcamiento 30T x=603897 y=4753020. Atravesaremos el pueblo pasando junto a su fuente-abrevadero y su iglesia que todavía conserva alguna tracería gótica y dos curiosas caras en la portada. Cuando acaba el pueblo continuaremos por una pista.
Más adelante nos desviamos a la derecha para llegar hasta la Cañada Real de Las Provincias. Es la principal cañada de la Navarra húmeda noroccidental. Tiene una longitud total de 52,5 km. Es una de las vías pecuarias más antiguas de Navarra. También era llamada “Cañada de los Toros”, ya que se utilizó durante siglos como ruta trashumante de los toros que desde el sur de Navarra amenizaban las fiestas de Azpeitia y de otras localidades.
Km 1,1.- La Cañada Real de Las Provincias pasa junto a la ermita de San Bartolome de Gorostieta 30T x=602995 y=4752942. 
Ermita de San Bartolomé de Gorostieta
Podemos entrar en la ermita . Allí hay una modesta y colorida imagen del santo con el cuchillo con el que fue desollado. También la ermita cuenta con un refugio con chimenea. Si lo utilizas tienes que dejarlo en las mismas condiciones en las que está. Solo así se logra que los refugios permanezcan abiertos y para disfrute de todos.

Interior de la ermita de San Bartolomé de Gorostieta

Km 1,8.- Alrededor de la ermita hay una pequeña pradera con unos bancos de piedra. Es un lugar estupendo para tomar el bocadillo. Para subir a la cima de Maribizker tendremos que buscar el camino que sale por detrás de la ermita y que va ascendiendo poco a poco hasta que llegamos el cordal y a la cima 30T x=603232 y=4753451.
Km 1,95.- Desde aquí, en vez de seguir hacia el oeste, hay que desviarse hacia el norte bajando al collado que hay entre las cimas de Mari Bizker y Arangaitz. Enseguida encontraremos allí, en el collado, el dolmen de Antgaitza que está señalizado con una placa 30T x=603277 y=4753525. Tres de las losas de la cámara que perfilan espacio funerario. La losa más grande alcanza los 2,20 metros de largo.


Alrededor vemos bastantes rocas fracturadas que pertenecen al resto de los megalitos que componían el dolmen, incluyendo lo que era la cubierta. El lugar es muy agradable. El dolmen está rodeado de hayas que crean un espacio en tanto misterioso y singular.
Tras haber visitado este monumento funerario, que construyeron los más antiguos habitantes de estos montes, continuamos en dirección norte. En las cercanías del dolmen está catalogado un menhir, pero está totalmente enterrado y cubierto de vegetación.
Km 2,7.- Poco más adelante llegamos a la cima de Arangaitz 30T x=603228 y=4753732 . Entre esta cima y la siguiente, la de Arizbakar 30T x=603658 y=4753708 recorreremos un cordal que nos regala unas excelentes vistas hacia el sur, y, donde es la vegetación clarea, también vistas hacia los montes que están al norte.
Panorámica desde el cordal del monte de San Bartolomé

Desde aquí podremos ver Pamplona, la Higa de Monreal , la Peña de Izaga, el paso del Carrascal, la Sierra del perdón, y muchos otros montes.
Km 4,5.- En la última parte del cordal descenderemos de manera bastante acusada, pero pronto llegaremos a un camino ancho que seguiremos a la derecha 30T x=604540 y=4753533. Este camino nos va a llevar sin pérdida de nuevo hasta el pueblo.

© Julio Asunción

Mapa y soporte GPS ruta dolmen de Angaitza - Valle de Juslapeña

- Ruta dolmen de Angaitza
- Soporte GPS (track y waypoints de la ruta)
- Soporte GPS en Wikiloc


17 de agosto de 2019

MILIARIO DE ADRIANO EN OTEIZA


En el municipio de Oteiza y a poco más de 3 kilómetros de la población se encuentra la ermita de San Tirso. La ermita tiene su origen, al menos, en el siglo XIV, si bien la construcción actual procede de las reconstrucciones realizadas desde el siglo XVIII en adelante. El parque de la ermita es un lugar agradable, con un área recreativa con mesas de piedra. Aquí acuden los vecinos de Oteiza en primavera para celebrar la romería anual del santo. En la zona verde que rodea a la ermita encontramos varios restos arqueológicos: una extraña columna, los restos de lo que puede ser un miliario, y uno de los miliarios más importantes de los encontrados en Navarra, el que nombra al emperador Adriano. Los miliarios son esos robustos hitos cilíndricos de piedra que marcaban la distancia en las vías romanas señalizando los caminos.



En su día, estos restos arqueológicos estuvieron encastrados en la ermita, es decir, fueron utilizados como mera piedra para la construcción de la ermita. Afortunadamente, hoy rescatados de los muros, podemos verlos exentos.
La columna a veces se ha tenido como miliario. Particularmente veo más adecuada la identificación como columna, ya que carece de inscripción. La rareza de su decoración hace difícil concretar una adscripción cronológica.
Columna (quizás miliario) de San Tirso de Oteiza
Menos importancia tiene lo que pudo ser un miliario. Se ha conservado sólo la parte inferior. Al no conservarse la parte superior también es difícil asegurar su identificación como miliario. También puede ser una columna.

Restos de miliario o columna en San Tirso
Pero, sin duda, el resto arqueológico más valioso es el miliario dedicado a Adriano que, aunque partido (falta la parte superior) conserva la mayor parte de su inscripción. Mide aproximadamente 1,60 m de altura, a lo que habría que descontar el basamento, que es un añadido posterior y que se añadió para su exposición en los jardines de la ermita. Las letras de la inscripción miden 6,5 cm. aproximadamente.

Miliario de Adriano en San Tirso de Oteiza

Esta es la inscripción:
DIVI.NEP.TRA.
HADRIANUS.
AVG.PON.MAX
TRI.POT.XVII
COS.III P.P. AN
M.P.III

DIVI NEP(os) TRA(ianus)
HADRIANUS
AVG(ustus) PON(tifex) MAX(imus)
TRI(bunicia) POT(estate) XVII
COS III P(ater) P(atriae) AB AN(delone)
M(ilia) P(asuum) III
(Interpretación según J.J. Arce)

Gracias a la inscripción podemos saber que el miliario es del año 132-133 d.C. Formaba parte de una vía secundaria Oteiza con Andelo, importante ciudad romana de la que tienes información en esteenlace. El miliario indicaba que quedaban 3000 pasos para llegar a Andelos. Andelos se encuentra a 4,7 km en línea recta de la ermita de San Tirso. Por esto es probable que el miliario se encontrara más hacia el este, en dirección a Andelo, ya que la separación entre San Tirso y Andelo es superior a los 3000 pasos que marca el miliario.

Inscripción del miliario de Oteiza
Aunque el miliario está desplazado de su lugar original es muy probable que la vía secundaria que señalizaba pasará muy cerca de este paraje. No habría que descartar que la ubicación de la ermita de San Tirso en este lugar fuera la cristianización un antiguo lugar de culto pagano y que la calzada romana pasara junto al mismo.

Una curiosidad de este miliario son los agujeros que se encuentran en la parte trasera posterior. No he podido encontrar su utilidad o su significado. Tampoco podemos saber si son de tiempos romanos o posteriores. Son un pequeño enigma que da todavía más interés a este antiguo monumento.

Parte trasera del miliario de Oteiza
José María Sanz de Galdeano, secretario del Ayuntamiento de Oteiza, fue quien comunicó la existencia del miliario en 1973. Poco después fue dado a conocer a la comunidad científica por J.J. Arce, del Instituto Español de Arqueología en su artículo “Nuevo miliario del emperador Adriano hallado en Navarra”. La transcripción y la interpretación de la inscripción son de este trabajo.
Y por último, una observación. Creo que la orientación actual del miliario no es la más adecuada. La inscripción está hacia el norte, de tal manera que los agentes atmosféricos pueden ocasionar mayor desgaste en la inscripción que si se hubiera orientado hacia el sur. Además la orientación sur haría que la inscripción estuviera mejor iluminada y podría apreciarse mejor.
También sería conveniente el mejor mantenimiento de la zona verde de la ermita. Cuando visité el lugar (agosto 2019) se echaba en falta un mejor  ajardinamiento. De hecho, cerca del miliario estaba muy crecida una mata que, que no eliminarse, podría llegar a perjudicar al miliario.

El Montejurra desde el paraje de la ermita de San Tirso


¿Cuántos caminantes pasaron junto a este miliario en la antigüedad camino de Andelos? A su espalda iban dejando el Montejurra y el bonito paisaje que lo rodea. Paisaje que hoy todos podemos disfrutar si nos acercamos a visitar esta interesante joya del mundo romano.

© Julio Asunción


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