El miliario de Liboca señalizaba la antigua calzada que unía las
ciudades romanas de Andelos y Curnonium (Los Arcos). Los miliarios eran hitos
que marcaban en millas romanas las distancias en los caminos y que también servían en algunos casos para exaltar la memoria del César o gobernador bajo el mandato del cual se realizó la calzada.
Cartel informativo del miliario de Liboca |
Lo más curioso del miliario de Liboca es la leyenda popular que se
creó en torno a esta piedra. Que duda cabe que la gran piedra
tuvo que parecer curiosa para la gente del campo que hace muchas
décadas la veía destacar sobre el terreno. Así, el miliario fue
conocido durante muchos años como la Piedrecha y también como la
Piedra Clueca. Este último nombre le viene de una tradición, broma
o leyenda que no dejaba de tener cierta mala leche.
Los mayores les decían a los niños que dando coscorrones con la
cabeza en la piedra salían de ella tantos pollos como golpes dieran, como si en vez de piedra de gallina clueca se tratara. Más
de uno se haría un chichón ante las miradas socarronas del
bromista.
Para llegar al miliario de Liboca saldremos del pueblo por la calle la Balsa, calle que parte en dirección noreste desde Allo. Tras dejar atrás las últimas casas y tras cruzar una carretera, la calle se continúa por una pista de
tierra junto a la cual se encuentra el miliario. Unos metros antes
encontraremos un panel informativo que nos habla del miliario. Está bastante mal
colocado, ya que en vez de encontrarse junto al miliario de Liboca se encuentra
una veintena de metros antes y si no estamos avisados quizá no demos
con la piedra clueca. El miliario se encuentra empotrado en el muro
de contención del olivar que hay junto a la pista.
Ubicación del miliario de Liboca |
No se aprecian inscripciones en el miliario. Quizás se han borrado con
el paso del tiempo. También cabe la posibilidad de que todavía se
conserven en la cara que da hacia la tierra y que hoy no podemos ver.
El miliario de Liboca es otra muestra más del patrimonio
arqueológico de Navarra. Merece ser apreciado, conservado y
conocido. Espero que este artículo sirva por lo menos para esto
último.
Para los amantes de las piedras antiguas también recomiendo las
estelas antiguas que se encuentran expuestas en los jardines de la
iglesia parroquial de Allo. En este vídeo podemos ver algunos de los atractivos de Allo.
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Y más miliarios navarros encontraremos en Nagore y Espinal. Más información en este enlace:
- Miliarios de Nagores y Espinal
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Y más miliarios navarros encontraremos en Nagore y Espinal. Más información en este enlace:
- Miliarios de Nagores y Espinal
© Julio Asunción