En una de las salas dedicadas a la civilización romana del Museo de Navarra se guarda una excelente colección de aras votivas romanas que fueron encontradas en diferentes puntos de la geografía de la Comunidad Foral.
Estos altares son importantes por múltiples motivos:
Por un lado son muestras de la romanización, de la intensa romanización en tierras navarras, sobretodo en las zonas centro y sur de Navarra. La cultura romana llego a influir en lo más profundo del ser humano su espiritualidad.
Estas aras votivas son ejemplo de la espiritualidad de los que habitaron Navarra hace 2000 años. La religión y la espiritualidad son características sumamente importantes en el ser humano a lo largo de la historia. Probablemente esta creencia en un mundo espiritual fuera del mundo observable y la creencia en la existencia de dioses que pueden influir en nuestra existencia desde el más allá es la característica que más nos separa de los otros seres vivos. Por eso estos altares antiguos adquieren una importancia especial en comparación con otras piezas arqueológicas más relacionadas con la vida habitual, como cerámicas, herramientas, etc. En la mentalidad de los que las tallaron y utilizaron estas aras votivas eran instrumentos que servían para comunicarse con ese mundo de dioses y monstruos que podían condicionar la vida humana.
También estos altares milenarios nos informan de cómo los habitantes autóctonos de estas tierras, los vascones, se adaptaron a las costumbres de los recién llegados, pero sin perder a sus dioses. Como ejemplo de esto tenemos las aras que se encontraron en la ermita de San Jorge en el pueblo de Barbarín. En estas aras se nombra a una divinidad autóctona llamada Selatse. Divinidad vascona a la que los vascones romanizados seguían rindiendo culto en estos altares.
Estas aras votivas también nos hablan de lugares muy especiales que han seguido siendo sagrados a lo largo de los siglos. Como ejemplo de ello tenemos las aras romanas encontradas en lo que hoy es la iglesia de la Virgen de Ujué o la encontrada en Leyre, dónde se encuentra el famoso monasterio que está en el origen del Reino de Navarra. Puede ser que estos lugares fueran elegidos como santuarios en la Edad Media siguiendo la tradición de una devoción anterior de la que estos altares antiguos son huella.
¿Qué rituales se celebraron sobre estos altares? ¿Quema de perfumes, libaciones, lectura del futuro en las entrañas de aves? Es el territorio de los dioses y, de momento, guardan silencio...