Distancia: 16 Km.
Desnivel máximo: 143 m.
Desnivel acumulado: 317 m.
Ruta muy interesante que recorre una de las zonas más bellas del Parque Natural de Urbasa. Comienza en el aparcamiento del puerto de Lizarraga y que va a ofrecer grandes atractivos: excelentes panorámicas sobre el valle de la Barranca, visita dos de las cuevas más interesantes de Urbasa, sube a la cima más elevada de la parte septentrional de la sierra de Urbasa y encontraremos varios dólmenes y un menhir.
Para seguir el sendero y no perderse hay que seguir el mapa al que se puede acceder con el enlace o mejor aun el track gps, ya que bastante recorrido es campo a través entre el bosque de hayas.
(Km. 0,00) Se deja el coche en el aparcamiento del puerto de Lizarraga, pasando el tunel que comunica la zona alta de la sierra con el valle de la Barranca.
Comenzamos a andar por la pista que se dirige hacia el oeste.
Pronto dejamos la pista para subir a la derecha hacia lo más alto de la sierra, donde tendremos unas magníficas panorámicas de la Barranca y de la Sierra de San Donato desde el borde del precipicio.
(Km. 1,070) Cerca del precipicio está la cueva y el arco de Portupekoleze. Es un sitio de una belleza especial. La cueva está precedida por un enorme arco de piedra que da al lugar un aspecto misterioso. No tengo constancia de que este lugar haya sido estudiado, pero no me cabe duda que no pasaría desapercibido para los pobladores prehistóricos de la sierra. ¿Pudo ser un lugar de habitación, o, tal vez un lugar sagrado donde practicaron ritos hoy olvidados? Un lugar tan extraño hace volar la imaginación.
(Km. 2,800) Seguimos por el borde de la sierra disfrutando de las vistas y alcanzamos el alto de Ollide, con 1.136 metros de altura, monte de tercera categoría. Desde aquí ya vemos nuestro siguiente objetivo, la ermita de San Adrián. Parra llegar allí bajamos a la pista.
(Km. 3,430) Siguiendo la pista pasamos por la calzada de Zumbetz, de la que se cree que podría tener un origen romano. Un poco más adelante, una pintura en una roca nos indica que tenemos que salirnos de la pista por la derecha para llegar a la ermita de San Adrián.
(Km. 4,200) Antes de llegar a la ermita pasamos junto a un altar de piedra. La ermita de San Adrián es ermita y refugio de montaña al mismo tiempo. Desde aquí volvemos a tener unas hermosas panorámicas sobre la Barranca / Sakana.
(Km. 5,500) Seguimos hacia el oeste para ganar la mayor altura de la jornada, el monte Maiza. Antes de llegar podemos ver dos dólmenes. Del primero se conserva el túmulo y el hueco de la cámara funeraria pero sin los megalitos. El segundo está mejor conservado y sí que conserva varios megalitos que limitaban la cámara funeraria.
(Km. 7,260) Tras un ascenso bastante cómodo llegamos a Maiza, monte de primera categoría coronado con un vértice geodésico. Desde aquí llegamos a ver algunos de los montes más importantes del País Vasco.
A partir de aquí es difícil guiarse incluso con el mapa, por lo que recomiendo la vuelta para quien no tenga gps. Esto es debido a que ahora no seguiremos un camino marcado. Iremos campo a través para perdernos en los bosques de hayas camino a la cueva de Lezaundi.
(Km. 8,140) Tras internarnos en el bosque de hayas salimos a un claro. En lo alto del mismo encontramos un menhir que está tumbado y roto en varios pedazos.
Volvemos a internarnos en el bosque. Salimos de él y atravesamos una pista junto a un corral. Continuamos campo a través en dirección Este.
(Km. 10,760) Llegamos a la cueva de Lezaundi. Impresiona. Es la cueva más grande de Urbasa, una gran visera que cubre una boca que alcanza los 100 metros de ancho y más de 30 de altura.
Al fondo de la gran boca la cueva continúa si bien está en gran medida cegada por piedras, pero arrastrándose se puede acceder al interior, una sala donde todavía llega la luz y que seguramente tenga continuación si se desalojaran las piedras que la taponan. Aquí se encontraron cerámicas de la Edad del Bronce en exploración superficial. No me cabe duda que el lugar tuvo que ser usado también desde mucho antes. Urbasa es uno de los pocos lugares de Navarra donde se han encontrado restos del Paleolítico Inferior, periodo al que corresponde la ocupación humana más antigua de Navarra. Seguramente esta gran cavidad también fue usada por el hombre prehistórico anteriormente a la Edad del Bronce.
Frente a la boca de la cueva se alza un enigmático monolito natural que hace todavía más sugerente el lugar.
(Km. 12,550)Tras visitar esta gran y escondida cueva continuamos campo a través hasta salir a la pista cerca del desvío que tomamos para ir a la ermita de San Adrián.
(Km. 16,00) Sólo queda volver por la pista hasta el aparcamiento.
Volviendo a la Barranca desde el puerto de Lizarraga podemos junto al mirador de LIzarraga que se encuentra a unos centenares de metros del tunel. Está coronado por una cruz. Una vez más, las panorámicas sobre el valle llenaran nuestros ojos... y nuestra alma.
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